Blanca Carmona/
El Diario
Al arrancar ayer el juicio oral en su contra, Ociel Herrera Bustos, acusado de matar a su esposa y a sus tres hijos durante un supuesto ataque de celos en el 2014, afirmó ser inocente y cuestionó a los fiscales por qué lo tomaron a él como culpable.
“La forma en que sucedieron las cosas no se acercan ni siquiera un poco… no entiendo cómo un domingo familiar con mis hijos, de cine, de carne asada, de salir al súper y de andar jugando de un día para otro cambia la vida de una persona”, dijo.
Después de dos años y dos meses de estar bajo proceso, ayer rompió el silencio ante el Tribunal de Enjuiciamiento.
Afirmó que fue torturado después de que lo detuvieron y sujeto a golpes y maltrato, incluso en los centros carcelarios donde lo recluyeron.
Dijo que sólo recibió burlas y humillación cuando pidió ver los cadáveres de sus hijos.
“Me sorprende la frialdad con que manejan los hechos”, expresó antes de terminar postrado sobre el banquillo de los testigos llorando abiertamente.
En la acusación presentada por el MP se establece que el 19 de mayo del 2014, entre las 00:00 horas y las 04:00 horas, Ociel entró a la casa familiar ubicada en la calle Cerrada de Samaria 451 interior 30 del fraccionamiento Jardines de San Pablo y asfixió a su esposa Reyna Arcelia Beltrán Ibarra y a sus hijos de 8, 9 y 12 años.
“Aquella madrugada, cegado por los celos destruyó a la familia, a los hijos y la mujer y con ello quebrantó a la sociedad y al país”, expuso el fiscal Noel Rodríguez.
Según la acusación, Ociel y Reyna tenían poco más de un mes de vivir separados.
En la audiencia del control de detención –efectuada el 22 de mayo de 2014– uno de los fiscales señaló que vecinos aportaron datos que ubican a Ociel en la vivienda a la hora que la mujer y sus tres hijos fueron asesinados.
Varios señalaron que en la madrugada escucharon a los niños llorar, gritar y decir la palabra “papá”.
Por los cuatro crímenes Herrera podría ser sentenciado a una pena vitalicia.
Ayer, Ociel le reclamó abiertamente al fiscal la falta de investigación.
“Quisiera pedirle al agente del MP que haga su trabajo, no del modo que lo hacen comúnmente, obteniendo declaraciones a base de tortura”, señaló para después referir que hubieran buscado datos en el teléfono de su esposa para saber si tenía otra relación sentimental.
El acusado primero afirmó que cuando ocurrió el múltiple homicidio su vida ya “estaba jodida” y después indicó que él la estaba pasando muy bien, que tenía una relación sentimental desde hacía ocho meses.
En su intervención el fiscal también adelantó que la defensa tratará de manchar la memoria de la esposa de Ociel, plantando romances falsos.
Aseguró que horas antes de ser privada de la vida Reyna Arcelia advirtió a sus compañeros de trabajo que si no se presentaba a laborar “era porque Ociel la había matado”.
En tanto la defensa aseguró que no hay pruebas directas contra su representado ya que se levantaron por lo menos 50 evidencias y al ser procesadas ninguna resultó positiva.
Además refirió que la primera vecina que ingresó a la casa donde se cometió el multihomicidio salió gritando “Ociel lo mató” y eso generó la única hipótesis investigada por las autoridades, provocando que cuando Herrera Bustos se presentara al lugar fuera detenido.
“Ninguno de los 12 vecinos que vienen a declarar, ninguno lo vio, con todo lo que diga el agente del MP”, expuso el abogado defensor del acusado, Mario Espinoza Simental.
Agregó: “Llama la atención que después de que se practicaron las necropsias y se refiere que la causa de muerte es asfixia por sofocación, se les practica a los cuerpos una pericial para ver si habían muerto envenenados, es decir, ni siquiera había certeza en la causa de muerte”.
La juez Catalina Ruiz Pacheco decretó un receso para ordenar que se aplique el Protocolo de Estambul al acusado, debido a que dijo haber sido torturado.
La audiencia se reanudará hoy miércoles a las 9:30 de la mañana, pero es probable que la juez decrete un receso por diez días para la realización del estudio.
bcarmona@redaccion.diario.com.mx
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