El Diario
2016-07-24
“Es falso, son mentiras”, fueron las palabras con las que Rafael Caro Quintero respondió a las declaraciones del fiscal general de Chihuahua, Jorge González Nicolás, quien aseguró que el barón de la droga de los años 80 disputa actualmente la plaza de Ciudad Juárez con el 'Cártel de Sinaloa'.
La versión de Caro Quintero fue dada a conocer en su totalidad ayer en una entrevista con la revista Proceso, en la que niega ser narcotraficante y desmiente los señalamientos hechos por el fiscal y el comandante de la Tercera Región Militar, Alfonso Duarte Múgica.
“Tanto lo que ustedes sacaron (Proceso, con relación a la presunta guerra con el cártel), como el fiscal de Chihuahua o el general, es falso, son mentiras. El tiempo me va a dar la razón… lo único que busco es paz”, declaró.
Al respecto, el director de Comunicación Social de la Fiscalía General del Estado (FGE), Jorge Flores, dijo que será hasta hoy cuando la corporación tenga una postura oficial sobre el tema.
Durante la entrevista con la periodista Anabel Hernández, Caro Quintero tocó temas que han revivido luego de su liberación, registrada en agosto del año 2013.
Comentó que no tiene ninguna relación con la familia Beltrán Leyva ni con Joaquín “El Chapo” Guzmán, por lo cual dijo, “no estoy relacionado con ningún problema de esta índole y menos estoy involucrado en una guerra”.
El pasado 5 de julio, el fiscal general Jorge González Nicolás dio a conocer que cuenta con información militar que indica que Rafael Caro Quintero busca disputar las plazas de trasiego al 'Cártel de Sinaloa', por lo que han intensificado los operativos, principalmente en el Triángulo Dorado y en el Valle de Juárez.
En relación a las supuestas grabaciones que González Nicolás aseguró tener de las llamadas de Caro Quintero, el prófugo declaró que desde su excarcelación no ha utilizado las telecomunicaciones: “Si tiene la llamada y está tan seguro, dígale que vayamos a donde él quiera para que me compruebe”.
También habló acerca de la red de reclutamiento que, de acuerdo con el militar Duarte Múgica, montó desde hace tres meses para iniciar la presunta disputa por el tráfico de drogas en los territorios dominados por el 'Cártel de Sinaloa'.
“Para una guerra se necesita mucho dinero, una guerra se hace con dinero, ¿sí o no?, y con armas”; sin embargo, dijo que anda “mal económicamente” y que sólo cuenta con dos hombres que le auxilian.
El también conocido como “narco de narcos”, pidió a la Administración Antidrogas Estadunidense (DEA, por sus siglas en ingles) y al Departamento del Tesoro de Estados Unidos mostrar la pruebas de los señalamientos que sostienen acerca de que el entrevistado trafica actualmente con mariguana, cocaína y anfetaminas.
“Yo fui narcotraficante hace 31 años, y desde el momento que le estoy diciendo que se me cayó lo de los sembradíos del (rancho) El Búfalo (donde en 1984 el ejército decomisó 10 mil 900 toneladas de mariguana), ahí terminé la actividad ésa, y nunca la he ejercido y no lo voy a hacer. Dejé de ser narcotraficante (…) ¡Jamás lo voy a volver a ser! ¡Yo no quiero saber absolutamente nada del narcotráfico!”.
La reunión y el asesinato de Camarena
Caro Quintero confirmó su reunión con Joaquín “El Chapo” Guzmán, en la que le aclaró al ahora preso del Cefereso 9 de Ciudad Juárez su abandono de la vida de narcotraficante, a lo cual respondió el recluso que “estaba bien”.
Por otra parte, dijo que hubo un solo encuentro con Ismael “El Mayo” Zambada García, actual líder del 'Cártel de Sinaloa': “Platicamos y le comenté lo mismo. Mis respetos tanto para una familia como para la otra, no tenemos ninguna relación, ellos su vida y yo la mía”.
En relación a muerte del agente de la DEA, Enrique ‘Kiki’ Camarena, Caro Quintero reconoció que sí estuvo en la casa donde se privó de la libertad y asesinó al elemento infiltrado en la organización criminal, pero dijo que no estuvo en el interrogatorio ni en su muerte.
“Yo ya pagué mi delito. A mí nada me costaría decir ‘sí participé’, yo ya pagué (la condena), pero no, yo no participé”, declaró antes de explicar que en aquella ocasión visitó a Ernesto Fonseca Carrillo por unos negocios ajenos al trasiego de drogas. (Abraham Rubio, con información de Patricia Mayorga)
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