Luz del Carmen Sosa/
El Diario
Vencedores del desierto. Así se consideran los pobladores de Samalayuca, que además de las frutas y vegetales que cosechan, ahora siembran peces, a menos de 40 minutos de Ciudad Juárez.
Criados en un estanque artificial construido dentro del Centro Recreativo “Mi Granjita”, cerca de la entrada principal de este ejido, se reproducen especies como el bagre, la tilapia, la carpa Israel y la carpa dorada.
“Queremos demostrarle al mundo que el desierto nos puede dar otras especies que son benéficas para el ser humano, como es la producción del pez”, dice Martín Encerrado Jurado, quien impulsó este proyecto.
La granja de peces no sólo logró consolidarse en Samalayuca, también fue posible crear una más en el Valle y otra en el municipio de Ahumada.
Ahora los fronterizos pueden practicar la pesca deportiva y comprar pez fresco de alta calidad, excelente sabor y a muy bajo costo, asegura.
Una gran ventaja que tiene Samalayuca es el agua de alta calidad, la cual extraen de pozos. El estanque es oxigenado con el agua que se reemplaza constantemente y ésta es utilizada para irrigar los campos de cultivo.
En el centro recreativo se llegan a organizar torneos de pesca deportiva. Este deporte lo practican desde niños hasta adultos, que luego de tomarse la foto con el pez capturado, lo regresan al agua, dice Jaime Encerrado, encargado de la granja.
Para Martín Encerrado, ingeniero y excatedrático universitario, el reto que se trazó años atrás ya está empezando a dar frutos, al ser asumido el riesgo por otros productores agrícolas.
“Lo que tratamos de promover es la diversidad de producción para la gente del campo en esta zona desértica, por lo que las granjas de peces se extendieron para la zona del Valle, específicamente en Guadalupe. Apenas el 15 de abril se sembraron 5 mil 500 peces en la granja de Apolonio Avitia y en Ahumada se producen actualmente 2 mil 500 tilapias y mil 200 bagres”, dice Martín, quien cuenta además con miles de abejas polinizando los cultivos de Samalayuca.
Con estos criaderos se demuestra que al norte de Chihuahua sí se pueden sembrar peces en el desierto.
“Aquí sí podemos trabajar con otras especies que no son sólo las chivas, las vacas o los cerdos, sino especies que se pueden trabajar en zonas desérticas. Estos peces ya tienen cuatro años reproduciéndose en Samalayuca y se han adoptado a estas temperaturas extremas”, dice.
Todos los alevines de tilapia, carpa y bagre fueron sido adquiridos en el criadero certificado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), que se encuentra en Camargo, Chihuahua.
“Son especies que al crecer son aptas para el consumo humano, además, los peces que tenemos aquí se alimentan con un concentrado especial para ellos, lo que hace conservar el sabor y la calidad por su alto contenido de proteína”, explica.
“Cualquier día usted puede pescarlo, cocinarlo y descubrirá que sabe riquísimo y si lo duda, pues visite Samalayuca y llegue al centro recreativo, disfrute un rato la alberca y después pase al estanque a pescar su propia comida”, invita el acuicultor.
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