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Viven infierno… sin agua, luz ni drenaje

Maricela Morones/
El Diario

2016-07-22

La desesperación se apodera de Fabiana Salas Valenzuela al ver que su único ventilador se descompuso y que sus dos pequeños hijos padecen el calor abrumador.
Ellos habitan una pequeña casa de la colonia Villa Esperanza, donde familias carecen de agua entubada, drenaje y energía eléctrica.
Para evitar que se enfermen sus hijos de 10 meses y 5 años, Fabiana los pone a jugar en una tina con agua, que luego utilizará para bañarse o en otra actividad doméstica.
“Sudan mucho y se ponen bien inquietos por el calor, pero trato de distraerlos y jugar con ellos porque luego se ponen a llorar o pelear”, argumentó la mujer.
En la casa que le fue prestada por uno de sus familiares, el ama de casa expresó que ha salido adelante poco a poco.
Respecto al suministro del agua, refirió que en ocasiones la pipa que suministra el líquido deja de pasar hasta por cinco días y por cada tambo tienen que pagar 12 pesos.
Comentó que a veces le genera desconfianza el agua que les dejan en los recipientes, ya que no la pueden tapar totalmente.
“A veces se les olvida pasar por esta colonia y tenemos que caminar mucho para ir a comprar y a veces se la venden a uno más cara”, señaló la mujer mientras sostenía en brazos al pequeño Jacob.
En el hogar su esposo es el único que trabaja, es vendedor de alimentos y aseguró que debido a las vacaciones las ventas están muy bajas.
“Yo creo ya hasta mañana vamos a buscar un aire chiquito al mercado, si compramos uno nuevo no me va alcanzar para el mandado y la leche del bebé”, dijo.
Para ayudar a los gastos, Fabiana vende algunos dulces en el exterior de su hogar, pero es poca la ganancia porque casi no transitan personas por la zona.
El asentamineto está a poco más de medio kilómetro de la Carretera Casas Grandes, al sur de la mancha urbana.
Al fondo del terreno está un pequeño espacio construido de madera y cartón que es utilizado como baño de hoyo.
“Hasta el momento nadie se ha enfermado por hacer del baño ahí, pero sabemos que no es lo mejor para nosotros y muchos menos para los niños”, indicó.
Explicó que la cuestión económica se pondrá más complicada, ya que su hijo mayor está por ingresar a preescolar.
“Tengo que comprar un aire en estos días porque luego ya no vamos a poder y además dicen que el calor se va a poner peor y me da miedo que los niños se me vayan a enfermar”, inquirió la madre de familia. (Maricela Morones / El Diario)

mmorones@redaccion.diario.com.mx

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