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Crean Bomberos santuario de tortugas

Luz del Carmen Sosa/
El Diario

2016-06-30

Rechazadas por quienes las adquirieron como mascotas, un grupo de siete tortugas se reproduce en su nuevo santuario: la Central de Bomberos.
El espacio destinado para los pequeños reptiles es parte del jardín desértico que decora el moderno edificio, ubicado en la avenida Ribereño, y que poco a poco los oficiales han transformado en el nuevo hogar.
Para ello, construyeron un estanque y una pequeña casa que sufragaron entre todos al cooperarse para comprar el cemento y la arena.
El tortugario se ha convertido en el principal atractivo de la estación, ya que a través de los ventanales los niños pueden observar a los animales mientras nadan, comen o simplemente toman el sol. 
Los bomberos aprovechan el interés que despiertan entre los niños que visitan la estación y les explican la responsabilidad y el compromiso que adquieren cuando deciden tener bajo su cuidado a un ser vivo.
También destacan el valor que tienen las mascotas en la vida del ser humano.
Alfredo Salas Morales, jefe del Departamento de Bomberos, refiere que las representantes de esta amigable especie han sido acogidas por los oficiales que están aprendiendo sobre su cuidado y protección.
Ahora se esmeran ya que una tortuga  recién excavó y formó su nido donde depositó siete huevos.
“No sabemos mucho sobre tortugas, las dudas que tenemos sobre su cuidado las hemos aclarado en Internet”, dice el jefe del departamento de Bomberos.
Recuerda que las primeras ejemplares empezaron a llegar en septiembre del 2015. Entonces no había un espacio adecuado, por lo que en ocasiones las observaron caminando en plena avenida. “Parecía una boya. Ya cuando se movía nos dábamos cuenta que era una de las tortugas y corríamos por ellas”, recuerda un oficial.
Otro elemento menciona que una tortuga fue atacada por un perro de la colonia el cual alcanzó a meterse.
Después de estas experiencias optaron por colocar una malla ciclónica para cerrar el jardín y poco a poco han mejorado el tortugario. Aún hay lugar para crecer, dice Salas Morales.
Algunas han sido donadas por personas que saben de este espacio.
Ahora los bomberos se turnan para la limpieza del tanque y han marcado el nido con pequeñas varas para evitar dañar los huevos.
Los elementos de este departamento temen que durante la temporada de invierno el frío  afecte la incubación natural de los huevos y no nazcan las crías, por lo que buscarán opciones para la incubación artificial.
“No tenemos a un especialista, pero sería bienvenido alguno que nos pueda ayudar”, dice Salas Morales quien, junto al resto de los bomberos, se entusiasma ante la posibilidad de que en los próximos meses atestigüe el nacimiento de las tortuguitas. (Luz del Carmen Sosa / El Diario)

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