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‘Se muere’ hospital por falta de recursos

Luz del Carmen Sosa/
El Diario

2016-06-28

La reducción de pacientes en los últimos meses generó un severo déficit financiero en la Clínica Santa María, al grado de provocar la reducción de servicios y el cierre en las próximas semanas.
El padre Aristeo Trinidad Baca, fundador del Desarrollo Comunitario, dio a conocer que el pasado viernes fue notificado por el consejo administrativo de FEMAP del déficit de 100 mil pesos mensuales que arrastran desde el pasado mes de octubre, lo que hace insostenible la operación de la clínica.
Ayer, durante la homilía que ofreció a los ancianos, les explicó su pesar desde el pasado viernes cuando le notificaron la suspensión de hospitalizaciones e intervenciones quirúrgicas.
La consulta y otros servicios como laboratorio, radiografías, sonogramas y rayos X, se mantienen en horario de las 9 de la mañana a las 10 de la noche, cuando antes operaba las 24 horas.
“Debo confesar que tengo varios días muy triste, con una profunda preocupación y depresión, pero sé que Dios nos ayudará a resolver esta situación a favor de los más desprotegidos”, afirma el sacerdote.
La reducción de los servicios tomó por sorpresa a los pacientes, quienes observaron la enorme manta a través de la cual se informa de la reducción de los servicios.
“Nosotros corremos hacia acá (la clínica) para cualquier consulta, ahora no sabemos qué hacer, creo que tendremos que buscar un lugar más lejos y más caro, pero pues ¿qué hacemos? porque no tenemos ningún otro servicio médico, yo aquí me atendí mi embarazo y tuve mi parto”, dice Wendy Medrano.
Entre los escasos pacientes se encuentra Manuela Guerrero, quien tiene cita con el médico internista, ella es hipertensa, diabética y padece del corazón.
“Yo tengo mucho tiempo atendiéndome aquí. Vivo en colonia Granjas y todos a mí alrededor en la colonia aquí se atienden. Este cierre nos tiene muy tristes porque esta clínica nos ha ayudado mucho”, dice.
Gustavo Martínez Mendizábal, director general de las unidades médicas del FEMAP refiere que implementaron varias estrategias para tratar de sostener esta clínica que opera desde hace más de 13 años en un convenio entre FEMAP y la asociación civil que encabeza el párroco.
El profesionista explica que la reducción de pacientes se atribuye a dos situaciones.
Una es que el empleo aumentó y con ellos el número de afiliados al Seguro Social; otro supuesto es que el Gobierno del Estado afilió de manera masiva en este sector poblacional y ofrece el Seguro Popular a las personas que acudían a la clínica.
Históricamente se recuerda a esta clínica como las pocas instituciones que abrieron sus puertas a los pacientes que llegaban heridos de bala durante la peor crisis de inseguridad que vivió Juárez.
Mientras clínicas particulares cerraban sus puertas por miedo, la Santa María mantuvo su servicio en el área de urgencias y fueron muchos los lesionados que lograron salvarse gracias a la oportuna intervención médica.
Además, hubo momentos donde se llegaron a registrar casi 2 mil nacimientos por año, esta cifra se ha ido reduciendo ya no son 100 nacimientos al mes, refiere el médico.
Respecto al personal se informa que los médicos siguen dando consulta y otros han sido reubicados. Aún no se determina si serán liquidados conforme a lo establece la ley Federal del Trabajo o serán reubicados a los otros hospitales del FEMAP.
Luego de meditar durante el fin de semana las posibles opciones, el padre Aristeo Baca contempla tres opciones:
“Sabemos que el Gobierno del Estado agarró a miles de familias y se las llevó al Seguro Popular y se desplomó la consulta aquí, pero tenemos muchos pacientes sin servicio médico y ellos son los más afectados”, refiere el sacerdote fundador.  
En agosto FEMAP nos va a devolver el edificio y ya teniendo la pelota en las manos tenemos que ver cuáles son los caminos para echar andar esto.
Tengo tres posibilidades y la que considero más privilegiada es que una congregación religiosa de monjitas que tienen personal especializado en administración de hospitales como enfermeras titulares venga y se haga cargo, plantea.
Otra opción es que localmente venga a administrarlo un grupo de médicos altruistas con un espíritu de generosidad y no por fines mercantiles y tercero es acudir a tocar las puertas del Gobierno del Estado, para que a través del Seguro Popular vuelva a echar a andar esto.  (Luz del Carmen Sosa / El Diario)

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