Local

Lo hice de corazón: héroe de la explosión

Fernando Aguilar/
El Diario

2016-06-25

Sin que el dolor en su cuerpo haya cesado, Leonel Salazar Cardona intenta acordarse de lo que pasó aquella noche de mayo, pero su esposa Cinthia percibe que retraer esa escena a su mente le hace mal y de inmediato lo exhorta a que no lo haga.
La mujer lo ha cuidado durante las últimas cuatro semanas y ahora le pide a su ‘Negro’ que sea muy fuerte, porque están a punto de cerrar ese capítulo.
Sin embargo, aunque se encuentra debilitado, el hombre de 23 años insiste en recordarlo si se le pregunta: todo empezó cuando, sin dudarlo, entró en el restaurante Mar de Cortez para rescatar a dos personas del fuego que consumía el local en ese momento.
Nunca pensó que esa decisión, de la cual ha dicho que no se arrepiente, lo obligaría a pasar los siguientes 29 días de su vida postrado en una cama del hospital Poliplaza Médica, que por fin pudo abandonar ayer por la tarde para seguir recuperándose en su hogar.
“Lo hice de corazón”, dijo pausadamente y con el timbre de voz atenuado. “Me sentí impotente. Quise hacer algo por las personas que pedían auxilio. Había gente y nadie hacía nada. Pues yo quise ayudar”.
A bordo de una ambulancia que llegó pasadas las siete de la tarde a la clínica, Leonel se enfiló unos minutos antes de las ocho de la noche hacia su hogar, al sur de la ciudad.
Antes de recibir el alta, mientras estuvo internado, sufría con mayor intensidad que ahora los estragos de las quemaduras de segundo y de tercer grado que el fuego le dejó en la espalda, las manos y los pies.
Antes de salir por la puerta de Urgencias, el hombre evocaba ayer que aquella noche, hacia las 11:30, una explosión le hizo detener la marcha de su auto para salvar a Sigifredo Aguilar y a José Óscar Del Río, quienes fallecieron en el hospital 66 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) el 28 de mayo y el 15 de junio, respectivamente. 
Él pasaba por ahí todos los días porque, cuenta, la marisquería quedaba de camino hacia la casa de su suegra –donde vive con su esposa– una vez que terminaba su jornada de trabajo en un mercado de segundas, donde vendía cosméticos y otros productos de belleza.
“Ese día iba pasando porque ya íbamos para la casa”, explicó antes de que su doctor llegara a la habitación. “Miré el fuego y me paré. Adentro decían: ¡auxilio, auxilio! Lo que traté de hacer fue abrir el portón, a ver si podía sacar a la persona. Después tronó algo y ya no recuerdo”.
Los juarenses quedaron conmovidos por esa acción que la calificaron de heroica y el Cabildo decidió autorizar que el Municipio pagara la cuenta del hospital que, según el padre de la víctima, ascendía a más de 250 mil pesos. Leonel dejaba ayer el hospital con ardor en su cuerpo y con mucha comezón, pero con la emoción de que por fin podría ver de nuevo a Leonel y Yarexi, sus hijos de 4 y 3 años.
El cuarto en el que durmió después de terminar su tratamiento en el área de cuidados intensivos –donde se quedó cuatro días– lo abandonó con la esperanza de pronto poder volver a vender cosméticos y otros productos de belleza para mujeres en el mercado de segundas donde trabajaba con Cinthia.
Esa actividad, sin embargo, deberá esperar a que el hombre se recupere por completo con la ayuda de su esposa, quien a partir de ahora es la encargada de administrarle el medicamento y suministrarle los cuidados que le han enseñado los médicos.
Justo en el momento en que abordaba la ambulancia que lo llevó a su casa, el ‘héroe’ juarense fue ovacionado por exponer su vida. (Fernando Aguilar / El Diario)

faguilar@redaccion.diario.com.mx

X