Fernando Aguilar/
El Diario
Es la mañana del 24 de junio cuando, presionado a kilómetros de distancia, un ‘botón’ que sólo existe en la virtualidad de un smartphone le avisa a Óscar que es hora de recoger a un desconocido para llevarlo a la Catedral de la ciudad.
Aquel ‘botón’ ni siquiera existe físicamente, pero envía una notificación al teléfono del hombre de unos 35 años para que le encargue su negocio a otra persona, tome las llaves de su auto último modelo y se dirija hacia el punto desde donde fue llamado.
Cuando llega, tan sólo cinco minutos después, Óscar estaciona su Volkswagen Jetta color marrón al ras de la acera y, sin apagar el motor, le escribe el siguiente mensaje de texto a quien lo espera unos metros más adelante: “Qué tal, ya está su transporte listo”.
Esas palabras marcan el inicio de la experiencia Uber: un viaje al estilo de un taxi pero gestionado a través de una plataforma extranjera que llegó ayer a Ciudad Juárez y a la capital del estado con tarifas menores a las que aquellos cobran y con un servicio ofrecido con una variedad de comodidades, entre ellas el aire acondicionado.
“Es un servicio entre privados”, le explica el conductor a su pasajero una vez en camino. “Es como si tú le hablaras a un amigo y le dices: oye, dame un ‘ride’ y te doy para la gasolina. Nada más que en la aplicación tú tienes ‘n’ cantidad de ‘amigos’ que te pueden llevar, según el que esté más cerca de ti”.
Creado en Estados Unidos hace cinco años, Uber es una vía de transporte que funciona a través de una aplicación móvil en la cual, una persona puede viajar en el auto de otra por una tarifa variable que se carga a su tarjeta de crédito, débito o cuenta de Paypal, previamente registrada.
Es más barata que movilizarse en un taxi convencional, por lo menos según lo han reportado otros usuarios en Tijuana, Puebla, Querétaro, la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y otras ciudades mexicanas en las que opera.
El Diario comprobó lo anterior en un viaje redondo que realizó desde sus instalaciones hasta la Catedral, que supone una distancia de unos 4 kilómetros y medio.
En el primer caso, el conductor inició la marcha a las 10:07 horas y llegó al punto solicitado a las 10:17; en el segundo, el otro chofer arribó a la Catedral a las 10:40 –tres minutos después de la petición de regreso– y a la sede de este medio a las 10:50.
Los recibos, enviados unos segundos después al correo electrónico registrado, indican así que el costo del viaje inicial fue de 40 pesos con 11 centavos, mientras que el de vuelta fue de 37 pesos con 37 centavos.
En contraste con aquellas tarifas, un taxista del sitio que se ubica a un costado del Centro de Salud B –sobre la avenida Vicente Guerrero a unos metros de la Catedral– dijo que cobraba 80 pesos por un viaje sólo desde ese punto hasta las instalaciones de El Diario, en Paseo Triunfo de la República 3505, frente al Hospital de la Mujer.
Antes de ser llamado del mismo modo que Óscar, Luis Fernando estaba en la oficina de seguros donde labora, como pudieron estarlo en sus casas o centros de trabajo los otros conductores de Uber que no necesariamente se dedican a esa actividad de forma permanente, sino de forma eventual y el número de horas que ellos deseen.
Tras recibir la misma alerta y llegar hasta el punto desde donde se generó, él ubica a quien pidió el servicio para ir de regreso, le ofrece una botella de agua, le pregunta qué música quiere escuchar y le confiesa que ese es su primer viaje del día.
Cuando se siente en confianza, Luis Fernando admite que siente temor, sobre todo porque el gremio de los taxistas ha manifestado su oposición a Uber argumentando que se trata de competencia desleal y no regulada por el Estado como el servicio de transporte público que ellos consideran que es.
“Pero si me vienen y me apedrean, con la cobertura amplia me protejo”, explica mientras conduce su Nissan Altima. “Si no tengo esa cobertura, Uber no me deja participar. Es uno de los requisitos, además de pasar una certificación con exámenes toxicológicos y psicométricos para ver si no estás medio… loco”.
Este medio buscó al jefe de la oficina local de Transporte, Jesús Manuel García Reyes, para conocer su postura en torno al inicio de operaciones de este sistema, pues anteriormente el funcionario había declarado que nadie se había acercado a esa dependencia para tramitar el permiso necesario, sin embargo ni fue posible localizarlo.
A Jorge Luis Martínez Grado, dirigente del Sindicato de Trabajadores de Automóviles de Sitio adherido a la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM) aquí, no le sorprendió el arranque de Uber.
Más aún: dijo que el gremio ve la competencia con buenos ojos, pero “siempre y cuando entre conforme a lo que marca la ley”. “Estamos esperando que las autoridades actúen”, dijo el líder tras descartar el llevar a cabo alguna manifestación como las que han ocurrido en ciudades del centro del país luego de la llegada de Uber. “Si no actúa, esperaremos instrucciones de dirigentes locales y estatales. No vamos a caer en pleito con nadie”.
¿Qué es?
• Uber es una vía de transporte que funciona a través de una aplicación móvil en la cual, una persona puede viajar en el auto de otra por una tarifa variable que se carga a su tarjeta de crédito, débito o cuenta de Paypal, previamente registrada
Más información
www.uber.com/es/cities/ciudad-juarez/
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