Fernando Aguilar/
El Diario
Las garrapatas y algunos mosquitos son los primeros que aparecen con la llegada del calor, pero las cucarachas, las viudas negras, arañas violinistas y los alacranes, surgen al mismo tiempo cada que llega el verano.
Eso es lo que sostienen especialistas de Salud y fumigadores que ven cómo estas alimañas merodean por los patios, las cocheras, los pasillos y los jardines de las viviendas.
Aunque cumplen un papel dentro de la cadena trófica, los profesionales llaman a tener cuidado con ellas porque son absolutamente nocivas para la salud en entornos domésticos y, además, con el transcurso del tiempo pueden convertirse en plagas y perturbar la comodidad de los moradores de un hogar.
Juan José Martínez Pérez, responsable del área de Vectores, Rabia y Rickettsia de la Jurisdicción Sanitaria II, explica que en la ciudad existen plagas estacionales o de temporada, que sólo aparecen durante las primeras lluvias como los insectos voladores del tipo falso pulgón.
Sin embargo, también se presentan unas que pueden ser negativos para el bienestar de las personas: las garrapatas porque transmiten la rickettsiosis; los moscos aedes aegypti que hacen lo mismo con el zika, el dengue y el chikungunya; y también las cucarachas, portadoras de bacterias causantes de varias enfermedades.
Es en el verano cuando, con el aumento de las temperaturas, esta última clase de insectos, por ejemplo, comienzan a proliferar de forma más evidente.
La explicación radica en que, según el experto, bajo esas circunstancias y dentro de ciertos parámetros de humedad, las cucarachas encuentran mayor alimento y las condiciones óptimas para que sus procesos de reproducción se aceleren.
Durante el invierno, en cambio, ni siquiera se asoman fuera de la alcantarilla porque no existen tales comodidades, por lo que sus huevecillos, expone, quedan latentes hasta que inicie otra vez la temporada.
Para Roberto Corral Compeán, fumigador de la empresa Corral Control de Plagas, las garrapatas y las cucarachas siempre son los reportes más frecuentes en estos meses de intenso calor.
Sobre todo, la cucaracha americana: la que coloquialmente es conocida como ‘voladora’ o ‘de drenaje’, que normalmente está en las líneas de drenaje de la ciudad y se introduce a las casas o a las empresas a través de los registros hasta llegar a los resumideros, regaderas, lavamanos y cualquier salida de ese estilo.
“Es muy fuerte, más que nada para finales de este mes y a partir de julio”, indica. “Se da mucho en áreas de jardineras, jardines y es muy común encontrarla en registros de drenaje”.
Quienes se dedican a combatir plagas han encontrado a lo largo de su experiencia que el calor parece estimular en los insectos y arácnidos la reproducción en combinación con la humedad adecuada, de ahí que ahora sea más fácil encontrar, también, viudas negras, arañas violinistas y alacranes.
Las primeras dos, afirma Corral Compeán, son generalizadas, de modo que pueden vivir en cualquier casa a diferencia, según le indica la experiencia empírica de su labor, del alacrán.
“No en todas las áreas de la ciudad se presenta el alacrán. Más que todo, en las zonas aledañas al río Bravo. En la (avenida) Valle del Sol, allá en Infonavit Fidel Velázquez, en los fraccionamientos muy cercanos a la ribera del río. También en la Azteca, la Galeana, que están más cercanas a las faldas de los cerros”, explica.
Datos estadísticos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportan que el año pasado los médicos de esa institución atendieron 450 picaduras de alimañas, de las cuales, 430 fueron de todo tipo de arañas y 20 de alacranes.
La Secretaría de Salud, en cambio, no reportó ninguna, de acuerdo con Linda Sepúlveda, vocera de la Jurisdicción Sanitaria II.
Dentro de las casas, los arácnidos suelen refugiarse en lugares oscuros y saturados de cosas, mientras que las cucarachas también aprovechan esas condiciones para reproducirse, puntualiza Martínez Pérez.
De ahí que, además del aseo constante, fumigar se vuelve imprescindible para evitar que aquello se convierta en una plaga.
“Cuando fumigamos tenemos una percepción de salud”, expone el especialista del Sector Público. “Lo hacemos con el afán de proteger nuestro domicilio y evitar una proliferación o contaminación de alimentos, o la transmisión de alguna enfermedad. El punto no es fumigar toda la ciudad”.
Por eso, en principio, las autoridades de Salud aconsejan contratar a una compañía certificada y que cuente con un registro de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coespris) porque, sostienen, los venenos que se venden en los supermercados tienen un poder residual muy bajo.
De no hacerlo así, advierte Martínez Pérez, puede ocurrir que, aparte de afectar la salud de mascotas o personas, la plaga no se elimine correctamente y desarrolle una especie de resistencia. (Fernando Aguilar / El Diario)
Cómo protegerse
• Mantenga limpieza extrema en el exterior de la vivienda
• Evite acumulamientos
• No deje agua estancada en contenedores
• Use repelente
• Contrate expertos calificados para su fumigación
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