Luz del Carmen Sosa/
El Diario
El sacerdote Leopoldo Nevárez Erives, acusado de abuso sexual en perjuicio de una mujer que padece esclerosis múltiple, fue separado de sus actividades religiosas desde el 27 de marzo del año en curso, justo al concluir la Semana Santa.
Ese domingo ofició una última misa en la que se despidió de la feligresía de la parroquia La Transfiguración del Señor.
La Diócesis Católica de Ciudad Juárez no estuvo disponible para corroborar esta versión, sin embargo, a través de la página oficial de la parroquia en la red social Facebook, los integrantes de esta congregación manifestaron el día 27 de marzo su tristeza por la despedida del padre Polo, como lo conocían.
Los motivos de su separación hasta el viernes pasados eran desconocidos para los creyentes.
“Sabemos que hoy es un día de suma alegría, pues nuestro Cristo ha resucitado, pero no podemos ocultar el sentimiento pues después de 18 años ininterrumpidos como párroco de nuestra iglesia nuestro sacerdote Leopoldo Nevárez Erives se retira siendo hoy sus últimas misas. Acompañémoslo y sobre todo hagamos oración por él, gracias por todo, y gracias a Dios por dejarlo a usted en nuestra parroquia durante todo este tiempo. Dios lo bendiga siempre”, dice el texto.
Para entonces, la defensa legal del sacerdote católico ya había solicitado el recurso de amparo que le fue concedido el pasado 17 de marzo, luego de ser acusado de abuso sexual por hechos ocurridos el 8 de septiembre de 2015 en el interior del templo “La Transfiguración del Señor”, ubicado en las calles Anémona y Enebro, de Infonavit Aeropuerto.
Silvia Nájera, vocera de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género (FEM), dijo que luego de la agresión la víctima sufrió una conmoción, por lo que denunció posteriormente los hechos.
La denuncia se integró y la carpeta de investigación fue judicializada, dijo.
Desde hace un mes un Tribunal de Garantía citó al párroco para que compareciera de forma voluntaria a escuchar la formulación de cargos en su contra.
Pero éste no acudió, por lo que se generó una segunda cita judicial para este viernes, cuando el sacerdote se presentó asistido por un abogado particular procedente de la capital del estado y con un amparo dictado a su favor respecto a su libertad personal, emitido por el juez Séptimo de Distrito, Emiliano López Pedraza.
El juicio de amparo promovido por la defensa del acusado se radicó bajo el expediente 200/2016 en la IV Mesa del Séptimo Juzgado de Distrito.
Un juez federal le concedió la suspensión definitiva al sacerdote, pero también le ordenó presentarse a la audiencia a escuchar la formulación de cargo, por lo que ayer acudió a la diligencia que se celebró en la séptima sala de la Ciudad Judicial, ante el juez de Garantía Adalberto Contreras Payán.
El sacerdote dijo a la feligresía que celebraría misas en el convento de las madres capuchinas, que se encuentra a un lado de la parroquia Cristo Rey.
Ayer El Diario acudió a esta comunidad y se informó que no asistía ningún sacerdote con el nombre de Leopoldo Nevárez Erives, ya que el único sacerdote Leonardo García, de 32 años, quien ayer oficiaba la celebración de un bautizo.
Sorprende a fieles
La mañana de ayer la comunidad de catequistas infantiles atendían a decenas de niños, mientras buscaban desarrollar sus actividades de la manera más normal posible.
La iglesia cerró sus puertas a extraños y las catequistas se rehusaban a dar declaraciones.
Sin embargo, entre ellas dialogaban en torno a la acusación que versa con el sacerdote Leopoldo Nevárez Erives, de 73 años y que el pasado viernes se hizo pública durante la audiencia de imputación.
“No creemos eso que dicen, él estuvo 18 años en esta iglesia e hizo mucho por la comunidad, nos sorprende eso que dicen en el periódico”, dice una catequista tras el enrejado.
“Cuando el padre Polo llegó, la iglesia estaba mínimamente construida y él trabajó mucho para lograr la construcción de los salones, además trabajó mucho para la construcción de la capilla Los Cuatro Evangelistas y ante nosotros siempre mostró una conducta intachable, estamos muy sorprendidos por eso que dicen, no lo creemos”, dijo una de las feligreses entrevistadas.
Las mujeres afirman que nunca fueron notificadas del cambio del sacerdote.
“Ya sabe cómo actúa la Diósesis, ordena los cambios y no nos da explicaciones, en este caso nunca nos dijeron que hubo una acusación por abuso sexual, no sabemos ni cómo ni cuándo pasó”, agregan.
Hasta ayer, las catequistas manifestaban su apoyo al sacerdote y descartaron realizar acciones en defensa del cura que no había sido localizado para que diera su versión de los hechos.
El probable ataque sexual ocurrió dentro del propio templo, cuando tocó los senos de una mujer que padece esclerosis múltiple, según la denuncia.
La FEM dio a conocer que esta es la única denuncia por agresión sexual contra un sacerdote católico, dijo la portavoz.
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