Cinthya Ávila/
El Diario
Las fincas abandonadas y terrenos baldíos, que se han convertido en basureros clandestinos para los habitantes del suroriente de la ciudad son la principal fuente de plagas y alimañas.
Janeth González, quien vive en las orillas de la ciudad, mencionó que recién comienza el calor sabe que debe surtirse de toda clase de venenos. Lo que más abunda en la zona son las cucarachas y arañas.
Comentó que el problema es muy recurrente en la temporada y lo atribuye a un dique cercano a su vivienda, que contiene agua estancada y es punto para vaciar toda clase de desperdicios.
Norma Martínez, quien también radica en el sector, comentó que en días recientes ha tenido que lidiar con ratones, además de los bichos ya habituales.
“Aquí hay mucho terreno solo, donde la gente va y tira muchas cosas. Y luego todos los animales se nos andan metiendo a las casas”, contó.
En su caso, también blinda su hogar con diferentes tóxicos, comentó el ama de casa.
En días pasados, la Dirección de Salud exhortó a la población sobre la reproducción de insectos, por las altas temperaturas.
Los lugares que favorecen la proliferación son sitios sombríos y con humedad, donde hay cúmulo de basura, tiliches y muebles viejos.
La dependencia recomendó limpiar a fondo patios de las viviendas y evitar la acumulación de desperdicios o cacharros, que pudieran generar un ambiente idóneo para la profusión.
La sección especializada en plagas de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) aconseja adquirir venenos con distribuidores autorizados, así como contratar servicios profesionales de fumigación, para evitar algún daño a la salud. (Cinthya Ávila / El Diario)