Fernando Aguilar/
El Diario
El grupo de rescatistas caninos “Colitas Felices” busca un predio para albergar a sus perros que promueve en adopción y abrir un centro de bienestar animal, luego de que el Instituto por la Educación y Defensa Animal (IEDA) los acusó de que los habían abandonado por varios días.
La polémica surgió el miércoles pasado a partir de que el IEDA y los vecinos de Salvárcar, donde opera este espacio, se quejaron de que ahí había supuestamente varios perros muertos, lo que no pudieron comprobar.
Ese día, Alejandro Mondragón, miembro de ‘Colitas Felices’, había anunciado que cerrarían el lugar ante aquella presión, pero ayer dio a conocer que comenzarán con su nuevo proyecto.
Por tal motivo, dijo que están en busca de un terreno donado o vendido de preferencia a plazos, aunque otra opción es intercambiar el que ahora ocupan –localizado entre las calles Ignacio Zaragoza y Querétaro– por uno que se encuentre a las afueras de la ciudad.
El miércoles por la noche, los integrantes de la organización informaron en su muro de Facebook que no continuarían más con su labor de rescate luego de que IEDA había iniciado un proceso en su contra en la Fiscalía General del Estado (FGE).
El mensaje generó indignación y la mayoría de quienes lo comentaron repudiaron el proceder del Instituto y se solidarizaron con ‘Colitas Felices’ compartiendo la publicación y proponiendo algunas soluciones para evitar el cierre, como adoptar algunos de los perros.
Hacia el mediodía de ayer, por ejemplo, había sido compartido por más de mil 500 usuarios y acumulaba más de mil reacciones de personas que preguntaban cómo podían llevarse un can.
Mondragón se dijo sorprendido por el apoyo vertido en la red social, pues gracias a él hasta ayer por la mañana habían entregado nueve perros en adopción.
La FGE acudió al predio el miércoles pasado con el fin de asegurar el cadáver del animal que falleció para practicarle la necropsia y determinar la causa de su fallecimiento, dio a conocer el activista.
“Ellos (los agentes ministeriales) estuvieron cuatro horas en lo que estuvieron levantando las actas”, dijo. “Vieron que los perros están contentos, están felices, bien atendidos. Unos flacos, pero se están recuperando. Un perro maltratado se pone a la defensiva, pero estos se mueren por convivir con la gente, se mueren por que les den una caricia”.
Después de la controversia, Bárbara González, representante del IEDA, aclaró que primero difundieron el dato de que había 15 animales muertos, luego cuatro y al final sólo uno porque esas cifras fueron las que, dijo, les proporcionaron los vecinos y las diferentes autoridades.
“No nos gusta andar con chismes ni aquí ni allá”, dijo la mujer. “Si replicamos números, es porque las autoridades los dicen. Si ellos están mintiendo, pues qué mal. Yo lo replico como lo dice la autoridad, porque se supone que debo creerle”.
Las integrantes del IEDA también enfatizaron que no dejarán de insistir en que cualquier organización protectora de animales debe garantizarles a éstos un hogar digno y seguro para ellos. (Fernando Aguilar/El Diario)
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