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Cierran albergue para perros por quejas de vecinos

Fernando Aguilar/
El Diario

2016-05-25

El fuerte olor y los ladridos en un albergue canino indignaron a los vecinos de Salvárcar al grado de que llamaron a organizaciones protectoras de animales para denunciar que, supuestamente, ahí había varios perros muertos y otros más en condiciones insalubres que pronto serán reubicados en otros espacios.
La organización que acudió ante las quejas de los colonos en contra del grupo Colitas Felices fue el Instituto por la Educación y Defensa Animal (IEDA). El lugar se localiza entre las calles Ignacio Zaragoza y Guanajuato.
La situación llegó al punto de que los encargados del albergue decidieron cerrar definitivamente, y en su página de Facebook señalan que IEDA emprendió un proceso en su contra en la Fiscalía, que han recibido amenazas y que están cansados de tanta presión.
La representante del IEDA, Bar González, acusó a quienes manejan el albergue de haber dejado abandonados a los canes por 15 días, aún cuando, aseguró, ellos reciben 40 mil pesos mensuales de parte del Municipio, versión que fue desmentida por el titular de Ecología, César Díaz.
Alejandro Mondragón, miembro de Colitas Felices, afirmó que el albergue quedó desatendido sólo desde el sábado hasta el miércoles por la mañana porque tuvo que ausentarse debido a que su padre falleció.
Sin embargo, reconoció que esta es la segunda ocasión en que los vecinos se quejan y consideró que ahora el detonante fue que uno de los perros que tenían a su cuidado murió.
“El problema es el sonido (de los ladridos) y el olor de las heces”, señaló el activista. “Y los entiendo. Se va a cerrar en tres semanas. Siempre estuvimos en la disposición, pero a veces las cosas se salen de control, sobre todo con la muerte de mi papá”.
El integrante de Colitas Felices –organización que legalmente se llama Bienestar y Defensa Animal Aprendiendo a Vivir A.C. desde 2012– dijo que por ese motivo, los 80 canes serán enviados a hogares temporales.
Al saber que Ecología del Municipio había acudido a dialogar con Mondragón, una vecina se quejó de que no podía prender el aire acondicionado porque los olores que emanan de ese espacio comienzan a colarse a su casa.
Sobre este asunto, la representante del IEDA señaló que esta segunda ocasión, ellos acudieron porque los habitantes del sector habían hecho pública la situación a través de la televisión y recibieron una llamada para invitarlos a revisarla.
“En aquel entonces eran animales peor que en el Antirrábico”, aseguró González. “Es un predio que es como un basurero: dentro no hay agua, no hay luz, no hay absolutamente nada. Están resguardando seres vivos, no muebles”.
No obstante, los miembros de Colitas Felices afirmaron que gastan entre 5 mil y 7 mil pesos semanales en pagar esos servicios y en adquirir el alimento de los perros, así como en la atención veterinaria que requieren y las esterilizaciones. (Fernando Aguilar/ El Diario)

faguilar@redaccion.diario.com.mx

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