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‘Quiero verlo salir en su bicicleta’

Fernando Aguilar/
El Diario

2016-05-04

En la habitación 126 del hospital Médica Sur hay una mesita donde se observan unos cuantos suplementos alimenticios, varias recetas médicas, una jarra con agua y unos carritos envueltos para regalo y con un moño rojo.
Debajo, iluminada por la tenue luz amarilla de la lámpara que yace en el lado opuesto, una bicicleta azul se encuentra todavía sin estrenar, pero el niño de cuatro años que reposa en ese cuarto no lo sabe.
Alma, su madre, señala con el dedo y con voz quebrada expresa: “¡Quiero verlo salir por esa puerta en bicicleta!”
Aquella es la puerta que conduce al pasillo del hospital Médica Sur, donde, cuenta la mujer, el pequeño Julio fue internado el domingo por la noche, cuando comenzó a tener dificultades para respirar.
La mujer dice que al ver a su hijo en esas condiciones la hace sentirse desesperada, y su inquietud crece cuando se pone a pensar en cómo pagará la cuenta una vez que reciba el alta médica.
Por eso apela a la solidaridad de los juarenses como último recurso y pone a disposición un teléfono celular al que, indica, pueden comunicarse las personas que deseen ayudar a la familia Hernández Acosta: (656) 125-4405.
Los médicos dijeron que Julio padece bronconeumonía y junto con la leucemia, ambos males lo mantienen en estado grave.
“Le hicieron unas placas y arrojó que traía hongos en el pecho”, explica Alma consternada, después de confesar que se siente sumamente angustiada porque Julio no quiere comer ni beber nada desde el domingo.
Mientras ella expresa su sufrimiento, el paciente emite discretos sonidos de incomodidad; yace aparentemente dormido entre sábanas blancas, conectado a mangueras que le suministran medicamento y oxígeno.
Mientras, Alma narra que cuando Julio estaba por cumplir dos años descubrió que tenía cáncer en la sangre.
En un principio –recuerda– el niño recibía atención médica en el Hospital Infantil de Especialidades, pero después lo llevó a la clínica privada donde ahora permanece, porque un amigo de su esposo se lo recomendó.
Sin estar afiliada a ningún sistema público de salud, Alma aceptó la sugerencia y pronto observó una mejoría paulatina.
“El doctor me había dicho que (Julio) terminaría su tratamiento para abril del año que entra, pero el destino es bien cruel”, lamenta refiriéndose a la nueva complicación respiratoria. “Sólo tengo mi fe puesta en mi padre Dios, que sé que me lo va a levantar”.
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, las leucemias representan uno de cada dos tipos de cáncer infantil en México, padecimiento que crece en el país a razón de 5 mil y 6 mil nuevos casos cada año.
Debido a que los tratamientos suelen ser costosos, en la ciudad existen asociaciones civiles como Apanical, que constantemente realizan actividades para ayudar a familias con enfermos.
Por ejemplo, con el programa “Tu basura hace milagros”, el organismo civil recibió ayer 2.5 toneladas de material reciclable por parte del Gobierno Municipal, que servirá para vendérselo a una empresa de ese tipo cuyos fondos, de acuerdo con la organización, permitirán pagar los tratamientos de decenas de niños afectados por el cáncer. (Fernando Aguilar / El Diario)

faguilar@redaccion.diario.com.mx

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