Horacio Carrasco/
El Diario
Los albañiles celebraron ayer su día trabajando entre ladrillos, cemento, varillas, bloques de concreto, cal, mezcla y muchos otros materiales que en sus hábiles manos, se convierten en viviendas, edificios y un sin fin de construcciones.
Ayer fue Día de la Santa Cruz, dedicado a los obreros de la construcción cuya mayoría espera el sábado para festejarse.
Raúl Alberto Fregoso dice que la empresa les va a hacer un convivio el sábado, a los 12 albañiles, con una carne asada que se hará “en la bodega del patrón”.
“Esto es tradicional para todo el albañil, es por nuestro esfuerzo y tenemos que celebrarlo”, agrega.
“Y nos enojamos realmente cuando no nos hacen nuestra celebración”, continúa.
Ricardo Ceja dice que “antes era una chulada” el festejo del 3 de mayo, pues “se ponía una cruz aquí en la obra y se hacía una discada para todos”.
Ahora, sólo en unas cuantas construcciones se festeja al final de la jornada, en otras la celebración se pospone para el fin de semana y otros simplemente la ignoran, explica.
“A nosotros el patrón nos va a hacer una fiesta el sábado en un terreno donde tenemos material, después de las 9:00 de la mañana, porque ese día no se va a trabajar”, agrega.
“En buena parte, la tradición ya se ha perdido”, apunta.
Y todo esto se debe en parte a que el concepto de albañil ha cambiado, pues ahora los electricistas, plomeros y “chirraqueros” (que trabajan con “sheet rock”) no se consideran albañiles, expresa.
Luego todos reclaman porque quieren una fiesta para cada gremio, pero aquí se hace sólo una para los albañiles, dijo.