Horacio Carrasco/
El Diario
“Hoy le damos gracias a Dios por tenernos con vida, le damos gracias por nuestro trabajo, le damos gracias por no tener accidentes, luego hacemos una cruz y la colocamos a mero arriba de la obra”, dice Luis Enrique de la Torre, de 32 años, 16 de los cuales, ha sido albañil.
Especialista en vaciar pisos, banquetas y losas, así como en poner enjarres, fincar con bloques, levantar cuartos y, en fin, hacer una casa completa, dice que ante todo, este día “hay que dar gracias”.
Hoy se celebra el Día del Albañil, que coincide con la fecha en que se festeja el Día de la Santa Cruz, y como los ‘maistros’ son católicos en su mayoría, algunos todavía conservan la tradición.
Desgraciadamente, ya son pocas las obras donde se ponen cruces en lo alto de las construcciones, comenta Luis Enrique.
“Esta fecha no se trabaja porque pasan accidentes, se corta uno, se madrea un pie”, expresa. Esta es una superstición muy arraigada entre los miembros de ese gremio.
Allá lejos, en una maquiladora que se ubica en el suroriente de la ciudad, hace tiempo que los pusieron a laborar en esta fecha y un compañero tuvo un resbalón, cayó de 15 metros de altura y falleció, dice.
El entrevistado es un hombre casado y con dos hijos varones de 7 y 4 años, que vive con su familia en el sector de avenida De los Aztecas y calle Pavo Real de la colonia Pánfilo Natera, informa.
“El Día de la Santa Cruz no se trabaja, si se trabaja pasan accidentes, pasan cosas que a veces uno no previene”, agrega Luis Enrique.
Lo correcto es descansar, estar con la familia, porque es una fecha sagrada, dice el ‘maistro’.
Por eso los patrones que tienen urgencia con algún proyecto les pagan el doble este día y en algunos casos les hacen una comida, por ejemplo, una discada y les permiten colocar una cruz de madera en lo más alto de la obra, expresa.
Sin embargo, con el paso de los años la tradición se ha perdido y actualmente hay mucha gente que ya no hace ninguna celebración, afirma.
Hay algunos lugares donde se edifican oficinas o locales de negocios y el doble festejo pasa casi inadvertido.
Hay una nueva generación de albañiles, ingenieros y arquitectos que no cumple la tradición, pero aún quedan muchas obras donde sí se celebra.
Luis Enrique dice que él percibe de 250 a 300 pesos por día y con sus 16 años de experiencia se ha convertido en un maestro en el arte de construir viviendas.
Pero este día es especial.
“Le damos gracias a Dios por tenernos con vida, gracias por nuestro trabajo, le damos gracias por no tener accidentes”, expresa.
En otro punto de la ciudad, Jorge Alberto Uribe, de 30 años, colocó desde ayer una cruz en lo alto de un castillo y dijo que él y sus compañeros festejan “trabajando”.
Agrega que no son supersticiosos y que hoy, aunque sea Día del Albañil y Día de la Santa Cruz, laboran como cualquier otra fecha.
Al final de la jornada se cooperan entre todos y hacen una discada, expresa. Y si el patrón lo permite, también compran unas “cervecitas” para festejarse. (Horacio Carrasco/El Diario)
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