Patricia Mayorga/
El Diario
Chihuahua— Mariana Ibarra Morán, la mujer que denunció que fue secuestrada en el Cereso 3 por su expareja que pertenece a un grupo del crimen organizado que aún opera en el penal, solicitó asilo político en El Paso, Texas, la tarde de ayer.
Ibarra decidió huir de México luego de denunciar violencia familiar ante la Fiscalía de Género y de que no le garantizaron seguridad porque evidenció incluso a funcionarios de gobierno, informó el abogado experto en migración Carlos Spector, quien tomó el caso.
Dijo que las autoridades le ofrecieron a la mujer de 21 años realizar rondines a su casa o llevarla a un albergue, pero luego del interrogatorio que le hicieron decidió refugiarse en Estados Unidos con su hijo de seis meses, su hermana y su madre.
Agregó que tras solicitar asilo todos quedaron en detención migratoria. Mariana y su hijo fueron liberadas, pero aún están retenidas sus dos familiares.
Spector explicó que se trata del caso de asilo más fuerte que ha atendido en 15 años, ya que la mujer es víctima de la violencia familiar en la cárcel, en complicidad del Cereso, por eso tiene miedo de regresar, debido a que denunció contra su expareja Jesús Eduardo Soto Rodríguez, alias “El Lalo”, preso por secuestro.
“Mariana y yo queremos enviar un mensaje al Papa, que no está seguro el Cereso al que va a llegar”, dijo Spector.
La mujer denunció ante la Fiscalía una serie de irregularidades en el penal –certificado por la Asociación Americana de Correccionales (ACA)– que pusieron en evidencia que no hay control del reclusorio y exhibieron a funcionarios, situación que la colocó en un riesgo mayor, indicó.
Dio a conocer que no sólo “El Lalo”, sino otros internos, tenían perfiles de Facebook y uno de ellos, Jorge Iván Tarango, presumía que desde el interior podía seguir trabajando para el crimen organizado.
Ibarra Morán fue privada de la liberta de manera ilegal el fin de semana pasado, luego de que fue a la visita conyugal el sábado en la noche y tenía que salir a las 7 de la mañana del domingo, pero Soto no la dejó.
Fue retenida 24 horas con la complicidad de los custodios que lo protegen a Soto Rodríguez, ya que el domingo la dejó sola en su celda y por la tarde la golpeó, cuando ella se resistía a quedarse.
Al salir denunció a medios de comunicación y ante la Fiscalía de Género que fue retenida y exhibió con fotografías que “El Lalo” le enviaba desde el interior, donde vive con lujos.
Relató que nunca tuvo problema para ingresar, los mismos custodios la metían con su carro y los celadores llevaban su automóvil al exterior para que cuando saliera se lo llevara.