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Buscan católicos renovación y paz

Fernando Aguilar/
El Diario

2016-02-10

Cada año, Sofía se prepara temprano para llegar a las 8 de la mañana a la Catedral, presenciar la misa y recibir la ceniza en la frente.
Al cumplir esta penitencia, cientos de católicos dieron inicio ayer a la etapa de reflexión que representa la Cuaresma.
La imposición de la ceniza se llevó a cabo ayer en todas las parroquias de la ciudad. En Catedral hubo ceremonias desde las 8 de la mañana hasta las 8:15 de la noche.
Noé es empleado en una tienda departamental; él también acudió a recibir la ceniza, motivado por la necesidad de buscar “renovación y paz interior”, dijo.
“Ahora siento más cerca a Dios en el catolicismo”, dijo el juarense de 19 años, quien hasta hace un año no profesaba esta religión.
“Es un compromiso que tengo con Dios para decirle: aquí estoy, quiero ser una persona limpia y que me bañe con su sangre”.
Joaquina Delgado, de 70 años, llegó casi a la misma hora que Noé. Ella entró a la ceremonia de las 10:00, como andaba cerca, decidió ir a Catedral para cumplir –dice– con su deber como católica.
Sofía, una ama de casa de 23 años de edad, planeó su visita y argumentó que siente emoción porque se trata de un ritual que une a la gente que, como ella, busca renovar su fe.
“Yo normalmente voy al templo de mi comunidad, pero este año decidí venir aquí para ver cómo se ponía. A parte, yo he notado que en mi iglesia ya es menos la gente que nos acompaña cada año. Quiero creer que es porque el trabajo no deja mucho tiempo”, dijo.
Para Maximina Olivas, de 78, acudir a la misa que oficia el obispo es una tradición que su madre le inculcó y que hoy en día la hace sentirse aliviada y redimida.
“A mí me gusta venir aquí, pero temprano”, dijo la mujer que escuchó el mensaje de las 8:00 de la mañana.
Hesiquio Trevizo, sacerdote y vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez, explicó que con la imposición de la ceniza inicia la época de la Cuaresma, impulsada por la idea del arrepentimiento y de creer en el Evangelio.
“Todas las grandes religiones reservan tiempos especiales para sus fieles: el cristianismo, el judaísmo e incluso el islam”, afirmó.
“El tiempo nuestro nos invita a revisar cómo andamos, a ver si andamos por el buen camino, si ya nos salimos o si ya se nos olvidó”.
De acuerdo con el padre, esta temporada, que concluye el Jueves Santo, tiene en esencia tres ejes, que para los católicos son el escuchar la palabra de Dios en la misa, un incremento de la oración y las obras de caridad.  (Fernando Aguilar/El Diario)

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