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Pierde la movilidad; acusa de negligencia al HG

Horacio Carrasco/
El Diario

2016-02-08

Un hombre que fue ingresado al Hospital General por sufrir convulsiones denunció negligencia de las enfermeras que lo atendieron al colocarle una camisa de fuerza demasiado ajustada, lo que le generó lesiones y la pérdida de movilidad en ambos brazos.
“Me duelen los brazos, las manos y los dedos, y me duelen más con el frío, a veces el dolor me llega hasta el pecho, no tengo fuerza en las manos y se me duermen”, dice Mario Francisco Luján Ríos, quien hoy cumple 35 años.
Sus brazos cuelgan porque no tiene fuerza para moverlos y sus manos lucen con los dedos contraídos hacia arriba, como en posición de garra.
“Es mucha impotencia, quiero hacer cosas y no puedo”, agrega.
Mario Francisco dice que le apena mucho ver que ya no puede valerse por sí mismo y saber que no podrá volver a trabajar, sino que ahora depende de su madre.
El afectado muestra sus cicatrices: dos cortadas muy grandes que la camisa de fuerza le causó debajo de las axilas y que le cercenaron tendones y nervios.
“Me duele mucho”, expresa, y entonces el pesar nubla su rostro.
La vocera del Sector Salud en esta frontera, Linda Sepúlveda informó hasta hoy se dará a conocer la versión del Hospital General.
Sobre el caso, el abogado Rogelio Belmontes Yescas presentará una demanda contra el Hospital General en reclamación de una indemnización de 4.5 millones de pesos.
Primeramente, con base en la Ley de Responsabilidad Patrimonial, se va a proceder con un Recurso de Reclamación ante la misma autoridad responsable, es decir, ante el Hospital General, explica.
Como ellos mismos van a resolver, van a decir que no tienen la culpa, entonces se va a proceder con una segunda etapa que es presenta un juicio de oposición en el Tribunal Contencioso Administrativo de la Ciudad de Chihuahua, expresa.
Y la tercera etapa será promover un juicio de amparo en un tribunal federal, donde se espera que les resuelvan favorablemente, añade.

Hospital eludió su responsabilidad: madre

Lilia Ríos Miranda dice que todo sucedió por una negligencia médica, pues su hijo Mario Francisco siempre fue sano y trabajaba en una tortillería donde ponía la masa, pero era muy bebedor.
Un día, cuando él salió de su empleo, tuvo una convulsión en la vía pública y fueron a avisarle, agrega.
Pidió ayuda y arribó una ambulancia de la Cruz Roja, pero los paramédicos descuidaron al paciente y se les cayó de la camilla y se golpeó la cabeza, informa.
Lo llevaron a las instalaciones de la Cruz Roja pero al ver que le salía sangre de la nariz pidió que lo trasladaran al Hospital General, donde fue ingresado a las 10 de la noche.
Allí, como iba a tener abstinencia de alcohol, dos enfermeras le pusieron una camisa de fuerza y lo hicieron mal, pues la dejaron muy apretada, y cuando ella les dijo eso, se negaron a aflojarla y hasta querían echarla afuera del cuarto, informa.
Cuando amaneció llegó otra enfermera y advirtió que el paciente tenía grandes cortaduras debajo de las axilas, de un lado a otro, tan grandes y profundas que le dañaron tendones y nervios, expresa.
“Lo mantuvieron sedado todo un mes, al mes me lo entregaron con los brazos sueltos, con los nervios cortados, tenía que bañarlo yo, darle de comer en la boca y darle agua con un popote”, dice.
El Hospital General no asumió nunca ninguna responsabilidad y se negaron hasta a darle rehabilitación con fisioterapia, agrega.
Informa que las pláticas fueron con el subdirector del Hospital, Jorge Franco Balderas, quien nunca ayudó al paciente y sólo dijo que él no autorizó el uso de la camisa.
Ello lo llevó con un médico particular para que le diera rehabilitación, pero le iba a cobrar 800 pesos diarios cuando ella ganaba 700 por semana, por lo cual no pudo hacer nada.
“Mi hijo quedó con 80 por ciento de discapacidad y el Hospital nunca me ha querido responder, el Hospital aceptó que fue una negligencia médica pero hasta la fecha no nos quieren pagar”, agrega.
“Me querían pagar 60 mil pesos, pero es una burla, eso no es indemnización, él no va a vivir con esa cantidad hasta los 70 años, él ni siquiera puede amarrarse los tenis”, añade.
Inclusive el personal trató de negar que le pusieron la camisa de fuerza, pues dijeron que sólo le aplicaron “sujeciones gentiles” con vendaje, expresa.
Belmontes Yescas dijo que los hechos ocurrieron el 6 de abril de 2013.
El 9 de octubre de 2013, la mamá de Mario presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, con el expediente GG-326/2013.
La dependencia indicó que, con base en periciales médicas, se determinó que el personal del Hospital General tuvo la culpa al actuar con negligencia.
El hombre quedó inválido de sus dos brazos, de por vida y los dedos le quedaron contraídos, agrega. Aparte sufre daño moral, pues aunque es soltero, tiene una hija pequeña y ya no puede cargarla, expresa. (Horacio Carrasco/El Diario)

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