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Se les va la vida entre filas y antesalas

Fernando Aguilar
El Diario

2016-02-07

En lugar de estar sentada haciendo fila para canjear las placas de su auto, Estela piensa que debería estar en el funeral de uno de sus familiares. Pero no lo está porque si no concluye el trámite en ese momento ya no podrá hacerlo hasta semanas después.
Pese a que no abunda mucho en su sentir respecto a ello, su rostro la delata: refleja cansancio y desesperación, porque ha estado en la sede del Gobierno del Estado esperando su turno durante casi cuatro horas, un tiempo que considera perdido haciendo colas, como las han hecho también otros juarenses en distintos momentos.
Sufridas en pequeñas dosis, durante los últimos meses cientos de juarenses han pasado gran parte de su tiempo esperando en filas y antesalas para hacer pagos, trámites o saldar servicios.
Por ejemplo, cientos esperaron en promedio dos horas para llegar a las cajas de cobro en la oficina de Catastro, donde se formaron para pagar el Predial.
Ahí las líneas se extendieron hasta el exterior del edificio, que se encuentra frente a la Presidencia Municipal.
En días previos, la oficina de Licencias Digitales –ubicada en el antiguo Pueblito Mexicano– fue abarrotada por miles, que incluso llegaron desde las 3 de la madrugada para ser los primeros en obtener el documento una vez abierta.
El tiempo de espera en esa línea era de cinco horas, aunque hubo quienes aguardaron hasta ocho, con todo y las que pasaron pernoctando en ese lugar.
De la misma forma, a principios de la semana la gente se formó desde muy temprano afuera de diferentes planteles con el fin de iniciar el trámite de preinscripción de sus hijos.
Fue el caso de Adriana Gutiérrez, madre de una menor de cuatro años que fue de las primeras en llegar al kínder Yunuen, ubicado en la colonia Toribio Ortega, a las 7 de la mañana.
Con todo y que las odia porque dice que le quitan tiempo a su vida, el viernes pasado le tocó a Manuel Galindo hacer fila para salir del apuro del replaqueo de su Nissan. 
“No es mi día de descanso, pero tuve que pedir permiso para venir a arreglar esto”, dijo el empleado de la industria de la construcción. “Vine la semana pasada y me fui porque estaba muy lleno. Pero ya me voy a quedar aquí, porque me perjudica venir después y de todas maneras me van a descontar el día”.
De acuerdo con personal que le brinda información a la gente en esa oficina, la fila comienza a prolongarse desde antes de las 9 de la mañana y continúa tupida hasta después del mediodía, pese a que están abiertas todas las ventanillas.
Para su mala suerte, Bertha llegó el viernes justo a esa hora de la mañana a la unidad administrativa del Gobierno del Estado, convencida de que completaría el trámite rápido, pero ya había personas delante de ella.
Lo mismo le pasó a una mujer de 20 años, quien estudia Odontología en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).
“Yo ya pagué en el banco, pero estoy aquí desde las 10 de la mañana”, afirmó. “Me salí de algunas clases. Hoy entré a la escuela a las 8, me salí a las 9:30 y ahorita tenía clases hasta las 2. Para mí fue un día perdido”. (Fernando Aguilar/El Diario)

faguilar@redaccion.diario.com.mx

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