Araly Castañón
El Diario
Cuando llueve muy fuerte la casa de Anita Ayala Martínez, en Colinas del Norte, se inunda y el agua alcanza casi un metro de altura. El motivo, dice, es que los vecinos de la parte alta de la colonia arrojan basura al arroyo, se obstruye el flujo del agua y es entonces cuando éste se desborda.
El problema que vive Anita se repite en gran parte de la ciudad, donde alcantarillas y arroyos tapados, impiden que el agua de las lluvias fluya adecuadamente y se eviten las inundaciones de colonias enteras y hasta que el agua negra brote.
Llantas usadas, escombro, muebles y hasta animales muertos son algunos de los desechos que principalmente los ciudadanos arrojan a los arroyos y a las calles de la ciudad y que finalmente son arrastrados por las corrientes de agua y van a dar a las alcantarillas, de acuerdo con la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) y la Dirección de Limpia.
Hallan hasta defensas de autos en las alcantarillas
Ambas dependencias informaron que no tienen cuantificado lo que se invierte en la limpieza de estos sitios, pero sí resaltaron las molestias y sobre todo los riesgos que esto significa para la misma población.
Anita Ayala, quien vive en la calle Arroyo del Norte en Colinas del Desierto, al sur de la ciudad, recordó que en la última tormenta de septiembre del 2014, el agua alcanzó casi un metro de altura en su casa, porque el arroyo se desbordó.
Señaló que esa es la única salida del afluente y para evitar que se acumule los habitantes del lado oriente de esa calle tuvieron que horadar las bardas de sus patios para que el agua salga.
Explicó que aparte de la basura que los colonos echan al canal que está como a tres cuadras de su domicilio, el puente del arroyo estaba mal construido, porque los pilares para sostenerlo ocupaban mucho espacio y con el acumulamiento de desechos de inmediato se desbordaba.
“El arroyo tiene su salida, pero como se llena se tapa el puente, y el agua empieza a brincar, y luego vienen desde allá, animales muertos, perros, vienen hasta caballos, colchones, ruedas, todo lo que se le da su gana a la gente de allá, ahí lo echan”, relató.
La basura es el cuento de nunca acabar, pues el Municipio va y limpia el arroyo y al día siguiente está otra vez lleno de desperdicios, por eso ahora que reconstruyeron el puente y dejaron más espacio en el lecho, los vecinos esperan que no se inunde tan fácil, dijo.
“Hablamos con las personas de aquel lado, les decimos que nos ayuden que no echen basura ahí que es un mal para nosotros, pero a ellas les vale gorro”, lamentó Anita.
Llantas, colchones, perros muertos, muebles viejos de baño y escombro son algunos de los objetos que la Dirección de Limpia encuentra en diques, arroyos y acequias, reiteró el titular de la dependencia, Héctor Lozoya Ávila.
Dijo que al año se retiran unas 150 toneladas de todo tipo de desechos de estos lugares.
La Junta Municipal de Agua y Saneamiento informó que en las alcantarillas se han encontrado muebles viejos, pedazos de alfombras, trapos y en una ocasión hasta defensas de automóviles.
El director técnico de la descentralizada, Manuel Herrera Mercado, dijo que esa basura no puede entrar por los sanitarios o los registros de las viviendas, sino que los ciudadanos destapan las alcantarillas y utilizan el sistema como basurero.
Además en colonias de la periferia, cuando llueve o se hacen charcos los habitantes quitan las tapaderas del drenaje y por ahí empieza a entrar tierra, piedras, animales muertos y otros objetos que más abajo tapan las tuberías, luego el agua negra se desborda por donde encuentra salida, incluso por las casas.
“El drenaje resiste toda la carga, está diseñado para que resista los desechos humanos, pero cuando llueve lleva todo el arrastre de piedras, de tierra de grasas y desperdicios, se forman tapones”, explicó.
Las zonas que están identificadas con este problema son las del poniente de la ciudad, como la Ladrillera de Juárez, Sara Lugo, Fronteriza Baja, Fronteriza Alta y las colindantes al Arroyo de las Víboras y Arroyo del Mimbre.
Herrera agregó que la tubería de esa zona se desazolve tres o cuatro veces al año, y en esas labores las cuadrillas de la JMAS tardan hasta dos semanas en sacar toda la tierra, piedras y basura.
Dijo que por ejemplo, del sistema de drenaje del viaducto Gustavo Díaz Ordaz se llegan a sacar de 10 a 12 metros cúbicos de tierra de arrastre, y cada metro cúbico cuesta a la JMAS de 10 a 15 mil pesos.
En los diques y arroyos lo que la basura provoca es que obstruye los vertederos, y el agua no tiene salida y empieza a desbordarse, explicó el director de Limpia.
“Es el problema que nos ocasiona, las inundaciones, desgraciadamente la gente es la que sufre las consecuencias de sus actos, esa basura que ellos tiran tapan las salidas y se inundan”, mencionó Lozoya.
150 ton
De desechos recoge Limpia
cada año de diques y arroyos
JMAS
Saca de alcantarillas desde tierra hasta muebles, alfombras y defensas de autos
Zonas con mayor problema
• Ladrillera de Juárez
• Sara Lugo
• Fronteriza Baja
• Fronteriza Alta
• Arroyo de las Víboras
• Arroyo del Mimbre