Local

Se suben al tren de la nostalgia

Abraham Rubio/
El Diario

2016-02-06

El paso del tiempo ha dejado en el abandono las estaciones del sistema ferroviario. Lucen como tapias de casas abandonadas, pero aún se les puede observar a un costado de las vías del tren, y a pesar del deterioro, en ellas se guardan las memorias de algunos de los episodios históricos de la nación y el estado de Chihuahua.
Los muros de todas las estructuras son color café tierra, como cualquier casa de adobe, pero en sus ventanas y puertas perduran los adornos con adoquines rojo pálido. Algunas ya no tienen techo, pero siguen los pozos de agua y los cuartos de almacenaje que sirvieron para el funcionamiento de Ferrocarriles del Noroeste y Ferrocarril Central Mexicano.
El antropólogo e historiador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Ricardo León García, comentó que estas estructuras tuvieron una función crucial en la operación de los trenes en México, debido a que ahí era donde los maquinistas cargaban líquido y suministros.
“Para continuar con la trayectoria de las locomotoras de vapor, la función básica era el abastecimiento de agua,  porque era requerido para el funcionamiento de las máquinas de vapor, entonces había que cargar agua cada cierta distancia, que es lo que provocaba el movimiento de la maquinaria”, dijo.
Por esta razón, los empresarios ferrocarrileros construyeron más de cuarenta estaciones a lo largo del estado, entre las cuales están la de Samalayuca y Magdalena, ubicada en Villa Ahumada.
Ambas, de acuerdo con el historiador de la UACJ, fueron la razón por la cual se desarrollaron y fueron creciendo exponencialmente las poblaciones ubicadas entre Ciudad Juárez y Chihuahua.
“Cuando se construye el ferrocarril, pues Villa Ahumada se crea como abasto de agua, ya que encontraron agua para abasto y a partir de ahí se logró la colonización; a partir de la perforación de pozos cartesianos, estamos hablado de 1882, a un grupo de inversionistas británicos el Gobierno federal les permitió la colonización con la venta de terrenos y ranchos en esa zona”, dijo León García.
Así mismo, el antropólogo también comentó que un caso similar ocurrió con Samalayuca, donde a pesar del clima extremoso, se estableció una estación homónima debido al hallazgo de un ojo de agua en la región, localizada a 52 kilómetros al sur de Ciudad Juárez
De acuerdo con Ricardo León, las estaciones del tren sirvieron para transportar la producción agrícola y ganadera con la cual se favorecieron algunos sectores económicos del estado.
“En Villa Ahumada, cuando comenzó la producción agrícola, obviamente se convierte en una estación de carga para llevar hacia el sur y el norte”; por otra parte, “el ferrocarril beneficio a los grandes productores de ganado y se convirtió en la forma más fácil de vender carne a los Estados Unidos, ya que las líneas se conectaban en El Paso con otras grandes líneas,  y se vendía carne chihuahuense sobre todo en Chicago y Kansas”, comentó el historiador. (A. Rubio/El Diario)

Función crucial

· Maquinistas cargaban agua y suministros para locomotoras de vapor

· A lo largo del estado se construyeron más de 40 estructuras

· En Villa Ahumada y Samalayuca aún quedan vetigios de ellas

· En 1882, el Gobierno federal accede a la venta de terrenos y ranchos a inversionistas británicos

· La crisis llevó al sistema ferroviario a la nacionalización y así nació Ferrocarriles Nacionales de México (FNM)

· A mitad del siglo XX, con las máquinas impulsadas por diesel se dejó de requerir el agua que suministraban éstas, por lo cual se dejaron en el olvido
 

X