Fernando Aguilar/
El Diario
Salvo contadas excepciones, los vecinos que viven cerca del Seminario Conciliar, uno de los puntos que visitará el Papa Francisco el 17 de febrero, mantienen abiertas las rejas con las que resguardan sus fraccionamientos, como lo ordenó el Municipio, pero les preocupa que la inseguridad repunte.
En Misiones, la presidenta del comité vecinal dijo que la apertura de los accesos durante 20 días, desde el pasado lunes hasta el 21 de febrero, le parece excesiva.
Afirmó que provocará que se vuelvan a presentar robos de baterías o de autos, lo cual, asegura, no ha ocurrido desde hace cuatro años.
“Aquí andamos todos asustados”, dijo. “Es que aquí hubo mucho robo antes de encerrarnos, incluso robos con pistolas. Es lo que no entiende el Municipio. Dice que Juárez ya está muy controlado. Pero está controlado porque estamos encerrados”.
La líder afirmó que por esa razón, el comité le pidió a la empresa de seguridad que provee ese servicio que asignara cuatro guardias –dos en el día y otros dos en la noche– para que recorrieran las calles de la zona en dos bicicletas y en una moto.
“Aquí no nos tocaban pedigüeños, no andaban boteros. Ahora ya andan tocando puertas. Se nota. Es mentira que estamos seguros. Está segura la colonia cuando está cerrada”, comentó.
Cerca de ese lugar, en el fraccionamiento Fuentes del Valle, los colonos también abrieron los cinco accesos, pero les pidieron a los guardias que recorran las calles a todas horas, pues no se sienten seguros con la medida.
“En el momento en que más gente va a haber es cuando más facilidades van a tener para entrar”, consideró un vecino del sector. “La gente lógicamente va a buscar dónde estacionarse o dónde ir al baño. Y no todos los que vengan van a ser muy devotos. No va a faltar el maleante que vaya a venir a ver qué se le pega”.
Esta persona aseguró que antes de que en el fraccionamiento se implementara el acceso controlado su camioneta fue hurtada, de modo que, aun cuando se dice seguidor del Papa Francisco, cree que no hay razones suficientes para “abrirle las puertas a desconocidos”.
“El Papa simplemente viene a fomentar el catolicismo aquí y viene con una visita para ayudar a que la delincuencia disminuya. Nosotros respetamos la visita y la apoyamos, pero no el hecho de que se quiten todas las rejas o que se abran, porque la inseguridad todavía no se acaba”, dijo.
En un principio, el Gobierno municipal informó que sería necesario abrir estas rejas con el fin de agilizar la circulación de vehículos y personas en las calles aledañas a las zonas habitacionales que se encuentran cerca de la ruta que seguirá el Sumo Pontífice y de los puntos en los que hará escala. (Fernando Aguilar/El Diario)
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