Local

Enfrenta el PRI contienda estatal inédita

Gabriela Minjáres/
El Diario

2015-12-04

La participación de al menos 10 militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que aspiran por la candidatura a la gubernatura del estado representa un hecho inédito en la historia política de Chihuahua.
De acuerdo con archivos periodisticos y con representantes del partido, no existe un precedente de este tipo en las contiendas internas del tricolor para elegir a su abanderado en los procesos electorales.
Hasta el cierre de esta edición, cuatro funcionarios de elección popular en distintos ámbitos de gobierno habían solicitado licencia para separarse de sus cargos: Lilia Merodio Reza, Graciela Ortiz González, Enrique Serrano Escobar y Javier Garfio Pacheco.
Otros cuatro con cargos directivos renunciaron a sus puestos: Víctor Valencia de los Santos, Jorge Sandoval Ochoa, Héctor Murguía Lardizábal y  Marcelo González Tachiquín y dos más sin ocupación pública: Marco Adán Quezada Martínez y Óscar Villalobos Chávez, ratificaron su intención de participar en la carrera por la sucesión en el Poder Ejecutivo estatal.
Para el analista político Luis Javier Valero Flores, la cantidad de aspirantes del PRI no sólo es un hecho inédito, sino una prueba de que el control de la sucesión y, en general, por el PRI en Chihuahua se le salió de las manos al actual gobernador César Duarte porque participan varios de su mismo equipo.
Archivos periodísticos indican que la cifra más alta de aspirantes a la candidatura del tricolor por la gubernatura de Chihuahua que se tiene registrada fue en el 2010, cuando hubo seis aspirantes y César Duarte Jáquez fue designado candidato de unidad.
Hace cinco años en ese proceso interno participaron además del actual gobernador, Héctor Murguía Lardizábal, Alejandro Cano Ricaud, Óscar Villalobos Chávez, José Reyes Ferriz y Fernando Rodríguez Moreno.
La dirigente estatal del PRI, Karina Velázquez Ramírez, confirmó que en este proceso, hasta anoche, 10 priistas habían manifestado su interés por buscar la gubernatura.
“Es un número grande de quienes aspiran a contender por la gubernatura, es la cantidad de quienes han manifestado su interés y nosotros somos muy respetuosos de los legisladores, alcaldes y funcionarios que solicitaron su licencia y en otros casos renuncia, porque todos están en su legítimo derecho de participar”, afirmó.
Agregó que no recuerda que en algún otro proceso interno haya habido tantos aspirantes, lo que atribuyó al buen ambiente que tiene el partido con la población y es una manifestación de interés por dar continuidad a los logros y acciones del actual gobierno estatal.
“No recuerdo una cantidad así de interesados, todos son priistas muy reconocidos, con trayectoria y todos con un interés de manifestarse y privilegiar la unidad del partido”, afirmó.
Sin embargo, para el analista político Luis Javier Valero Flores, la cantidad de aspirantes del PRI no sólo es un hecho inédito, sino una prueba de que el control de la sucesión y, en general, por el PRI en Chihuahua se le salió de las manos al actual gobernador César Duarte porque participan varios de su mismo equipo.
“Es una condición inédita, el máximo de participantes se registró en la contienda pasada, en 2010, porque antes había una mayor capacidad de subordinación del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y ahora sí que privilegiaban la consigna del que se mueve no sale en la foto”, dijo.
Mencionó que en la contienda por la gubernatura de 2004, en el PRI sólo hubo dos aspirantes: José Reyes Baeza Terrazas y Víctor Anchondo Paredes, quienes participaron en una elección abierta a la ciudadanía.
Mientras que en 1998, cuando también se realizó una elección abierta, participaron Patricio Martínez García, Artemio Iglesias Miramontes y Mario de la Torre.
“Más atrás todos se esperaban a la designación y nadie se movía hasta esperar que se designara al candidato”, aseguró Valero Flores.
En cambio, ahora, consideró que la cantidad de aspirantes que compiten por la candidatura refleja que no pudieron construir una de unidad o al menos con la participación de dos o tres fuertes y seguramente habrá “dedazo” del presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
“Sería de muy elevado riesgo convocar a una elección interna en virtud de que se les puede dispersar mucho el voto y en esas condiciones todos le apuestan a ganar y me queda la impresión de que esperan un candidato de unidad y la distribución de diversos cargos y repartos entre los diversos grupos que están representados”, añadió.
Karina Velázquez descartó que la cantidad de aspirantes polarice al partido, porque todos son priistas con amplias trayectorias en el partido y atenderán el llamado que hizo el dirigente nacional del PRI en su reciente visita al estado, en el sentido de llamarlos a “desayunar unidad, comer unidad, y cenar unidad”, porque será la única manera de obtener buenos resultados. (Gabriela Minjáres/El Diario)

gabrielam@redaccion.diario.com.mx

X