Juan de Dios Olivas/
El Diario
Los intereses de particulares son los que generan la dispersion urbana, señaló el regidor Sergio Nevárez Rodríguez, líder edilicio del PAN en el Ayuntamiento.
El funcionario señaló que los desarrollos en el suroriente, justo en el límite de la ciudad, comenzaron con la donación de terrenos para construir la Ciudad Universitaria, que obligó entonces a los Gobiernos municipal y estatal a llevar infraestructura a esa zona, lo que benefició a quienes donaron los predios.
Sin embargo, el regidor Alberto Reyes Rojas coordinador de la fracción edilicia del PRI, señaló que el alto precio de los baldíos, impide a las empresas constructoras adquirirlos para hacer viviendas en la mancha urbana y las obliga a comprar terrenos en zonas alejadas de la ciudad.
“Las compañías constructoras edifican donde les cuesta barato y es lógico, hay muchos lotes en la ciudad y entonces ¿por qué no se ha construido?, porque quien es el propietario de ese lote lo está vendiendo a una cantidad exorbitante que ni al constructor ni al particular, les convendría comprar casas a precio elevado”, indicó el regidor Alberto Reyes Rojas.
Sergio Nevárez Rodríguez, líder edilicio del PAN, agregó que la dispersión provocada por intereses de particulares, fue denunciada y criticada por urbanistas tanto a nivel nacional como internacional.
Indicó que el español Jordy Borja dijo que lo que pasa en urbes como Juárez es escandaloso, porque los gobernantes, promotores y organismos públicos han ido en contra del derecho a la ciudad con el crecimiento extensivo que tiende a la exclusión social y a la segregación entre los sectores.
El edil señaló que el Municipio no sigue ninguna política para frenarlo y al contrario, apoya los intereses de quienes provocan la dispersión en el sur de la ciudad.
“Todo empieza porque una gente muy ligada al PRI de toda la vida, compran esos terrenos y para darle valor, donan con “un corazón tan generoso” unos terrenos para hacer la universidad. Ellos en su maquiavélica cabeza pensaron en cómo obligar al Gobierno estatal y municipal a llevar infraestructura a la zona y que sus terrenos agarren más valor. La universidad pública fue la respuesta y crearon la aberración urbana más grande de la ciudad que es la Ciudad Universitaria”, enfatizó.
Nevárez Rodríguez indicó que el Gobierno federal a través de sus organismos y dependencias como la Sedatu y el Infonavit también se prestan a esos intereses. “Están fallando, pueden más la negociación política, pusieron el cinturón virtual a su antojo”, acusó.
Explicó que no hace falta traer a ningún urbanista para que analice y determine el futuro de los asentamientos que se crearán.
“Una persona que tiene 5 años en esta administración, se da cuenta que con los recursos que tienes, no te va a alcanzar para atender esa zona”, señaló.
En contraste el regidor Alberto Reyes Rojas coordinador de la fracción edilicia del PRI, consideró que se deben aplicar mayores cargas fiscales para baldíos para impulsar que se construya en ellos.
“Aquí creo que se debe buscar la forma de que se redensifique la ciudad, presionar a todos aquellos que son acaparadores de terrenos en distintas partes de la ciudad, que también paguen su Derecho de Alumbrado Público (DAP), su Impuesto Predial, y el servicio de limpia porque hay lotes que están convertidos en tiraderos de basura y el propietario así los tiene”, apuntó.
El edil indicó que esa situación con los baldíos se enfrenta a otra que es el desinterés de la población para comprar casas recuperadas del abandono.
“El Gobierno del Estado está ofertando casi 16 mil viviendas recuperadas del abandono, pero vemos que a los particulares no les interesa adquirir ese tipo de vivienda y ellos creen que es mejor comprar una vivienda nueva a una recuperada”, manifestó.
Por su parte, el regidor priista Julio Gómez Alfaro, consideró que las políticas de otorgamiento de créditos son clave para impulsar la redensificación.
“Actualmente las constructoras reciben directamente el pago de los créditos de vivienda pero a partir del próximo año el Infonavit lo entregará directamente a los derechohabientes y ellos lo podrán ejercer en cualquier parte de la mancha urbana, se tendrá más libre albedrío. Provocará que el propio constructor llevará edificaciones a donde estén más cerca los servicios públicos”, refirió. (Juan de Dios Olivas/El Diario)