Horacio Carrasco Soto/
El Diario
En medio del desierto, rodeado de mezquites, yuca, cardenche, ocotillo y otras plantas propias del desierto, se encuentra un fraccionamiento que semeja una ciudad fantasma.
Pedregal de San Isidro III, ubicado al suroriente, casi en el límite de la ciudad, es habitado sólo por unas 10 familias pese a que el complejo cuenta con unas 250 viviendas.
De acuerdo con los residentes, la falta de servicios básicos como el agua y el transporte, mismos que fueron prometidos por los vendedores de las casas hace 5 años, provocaron el éxodo de los vecinos.
“Estamos muy desilusionados”, dice Rosa Emma Zapata Castillo, quien agrega que fueron engañados por los vendedores de la constructora, pues a cinco años de vendidas las casas, hasta ayer no hay nada.
En esa misma zona estará el otro fraccionamiento Sierra Vista Sur, aprobado el jueves pasado por el Cabildo.
Rosa Emma señala que ella y su esposo creyeron en la palabra de los vendedores de la empresa Grupo Sadasi y adquirieron la vivienda en Pedregal de San Isidro con un crédito de Infonavit.
Sin embargo, igual que la gran mayoría de sus vecinos, dicen estar muy arrepentidos pues ni siquiera esas dos cosas tan básicas les han cumplido.
Hace ya cinco años de que se pusieron en venta las primeras casas y el fraccionamiento ni siquiera ha sido conectado a la red de agua potable, informa.
Una pipa acude los lunes, miércoles y viernes a llenar un depósito enorme que fue colocado en un pequeño parque y que surte la red del fraccionamiento, pero el domingo se quedan sin abasto, explica.
Hay menos ventanas y puerta: vecinos
Agrega que aun con la vigilancia de un guardia privado, cada día hay menos ventanas, puertas y accesorios eléctricos e hidráulicos en las viviendas solas, pues alguien acude a robárselos.
Muchas de las familias que compraron allí mejor se fueron, hartas de ver que la constructora no cumple lo que promete y algunos en venganza hasta dañaron las casas, dice.
Decenas de viviendas tienen rejas, asadores, botes para la basura, aparatos de aire acondicionado y se aprecian plantas abandonadas en los jardines, es decir, fueron compradas, pero no hay gente.
Invaden alimañas unidad habitacional
Las vecinas han referido la presencia de serpientes y tarántulas, entre otras alimañas que invaden la unidad habitacional, además de aullidos de coyotes, pues está rodeada de desierto.
No hay alumbrado público y es tanto su temor que no salen de noche, “ni aunque me paguen”, dice Rosa Zapata. Hay una que otra casa habitada por cada cuadra.
Los dos centros comerciales más cercanos del fraccionamiento Pedregal de San Isidro III se ubican a unos 9 kilómetros, hasta el bulevar Independencia.
Las estaciones de Policía y de Bomberos más próximas se hallan a 17 kilómetros y el hospital del IMSS, el General Regional 66, se encuentra a 15 kilómetros.
El Ayuntamiento aprobó el jueves pasado la construcción de otras 2 mil 700 viviendas en un nuevo fraccionamiento, Sierra Vista Sur, en las cercanías del anterior. (Horacio Carrasco/ El Diario)
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