Martín Orquiz/
El Diario
Tras la granizada al menos 15 mil viviendas de 45 colonias y fraccionamientos resultaron con daños en techos, vidrios y hasta fachadas, según el censo que realiza la Dirección de Protección Civil del Municipio.
Efrén Matamoros Barraza, director de la dependencia, indicó que el área afectada por ese fenómeno climático abarcó desde el kilómetro 20 –donde confluyen las carreteras Panamericana y a Casas Grandes– hacia el oriente hasta la etapa 7 de Riberas del Bravo.
Debido a la magnitud de las afectaciones ya se realizan los trámites para declarar zona de desastre esa porción de la ciudad, por lo que se espera obtener respuesta en dos semanas y que el Gobierno federal otorgue material para reparar los techos.
Efrén Matamoros Barraza, director de Protección Civil municipal, dijo que hasta ayer personal de la dependencia a su cargo y de Protección Civil estatal han repartido al menos 180 paquetes de hule para que las personas reparen de manera temporal las afectaciones en los techos de sus viviendas.
Agregó que es posible que los recursos extraordinarios que se solicitan contengan láminas, hule, cubetas de impermeabilizante, papel negro o verde.
Una de las colonias más afectadas por el granizo y las lluvias recientes fue la Manuel Valdés, ubicada al sororiente, justo donde confluyen los bulevares Independencia y Zaragoza.
También cientos de viviendas sufrieron daños en sus estructuras e incluso en algunas colonias hasta los medidores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) resultaron dañados.
En la escuela Raymundo D’López López, los techos de las 15 aulas que tiene fueron prácticamente destruidos.
“No sabemos qué vamos a hacer, no hay dinero para repararlos”, comentó la directora Sindy (sic) Araly Arvizu Molina.
Ayer los niños asistieron a clases entre vidrios rotos y tuberías agujeradas para tratar de normalizar la actividad.
El miércoles y jueves pasados se registró un ausentismo del 50 por ciento debido a que muchos de sus alumnos también tuvieron problemas similares en sus casas.
“Tenemos al menos 10 vidrios quebrados, daños en las tuberías de PVC, en las de los aires (acondicionados), el enjarrado se desprendió en algunos salones, se inundaron y las azoteas de todas las aulas quedó dañado”, hizo el recuento de las vicisitudes que enfrentó esa comunidad escolar.
Indicó que el martes seis niños del turno vespertino resultaron lesionados porque se encontraban en el exterior realizando actividades físicas, pero el granizo y la precipitación fueron tan repentinos que no alcanzaron a refugiarse.
Incluso el domo que se ubica en el patio principal presenta severas abolladuras, pero lo que más les preocupa por ahora son los techos ante la posibilidad de que se registren más lluvias.
Vecinos del sector también enfrentan la situación como pueden, como San Juana Rodríguez, quien colocó bolsas negras de hule pegadas con cinta adhesiva en varias porciones de su techo para tratar de contener las goteras.
También mostró el medidor de la CFE que quedó destruido por la ráfaga de granizo, pero no sabe a dónde reportarlo.
Otra vecina de esa intersección, Elena Lázaro, manifestó que el techo de su casa quedó destruido, pero que no cuenta con recursos para arreglarlo, así que se quedará así hasta que tenga dinero.
Gilberto Hernández, quien habita por ese rumbo, indicó que tiene cubiertas las ventanas de su hogar con hule y madera luego que el granizo quebró los vidrios.
Aunque todavía no comienza la reparación, indicó que calcula una inversión de al menos 800 pesos para restaurar los cristales, pero todavía le falta arreglar los espejos de su camioneta y la tubería de PVC del drenaje, la que también fue impactada por el granizo. (Martín Orquiz /El Diario)
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