Abraham Rubio/
El Diario
“Parecía mentira, pero hasta hacían fila”, dijo una de las personas que ayudaban ayer a la familia de José Miguel Palomino a reconstruir la vivienda que las llamas redujeron a cenizas el pasado martes.
Su casa ha vuelto a tomar la forma que tenía antes de la tragedia gracias a la ayuda que ha recibido.
Desde el día siguiente del siniestro, Palomino, familiares y amigos comenzaron a limpiar lo que quedó de la casa.
Ayer, a cinco días del inicio de su trabajo de reconstrucción, su vivienda ya tiene el techo; una habitación la estaba enyesando, y poco a poco seguirían con las demás.
Entre los apoyos que los juarenses le brindaron a la familia, se encuentra ropa, material para construcción, despensas y dinero; los que recibieron a partir de que El Diario diera a conocer que la familia conformada por 11 miembros perdiera su patrimonio en minutos a causa de un incendio.
“Desde el día de ayer llegaron personas a ayudarnos, parecía mentira pero hasta hacían fila”, dijo una de las personas que colaboraba con las tareas.
Ahora la mayoría de las habitaciones están repletas de costales de cemento, yeso, bancos y otras cosas; incluso les obsequiaron una estufa y un refrigerador, ya que el fuego había consumido los electrodomésticos que tenían.
José Miguel, comentó que incluso recibió ayuda de algunas dependencias del Municipio, que le ayudaron con botes de pintura y costales de cemento.
Palomino recuerda a “Don Charly”, una de las personas que que donó la mayoría de los materiales para que construyeran el techo de la estructura.
El camión de “Transporte de Personal” con el que trabaja, fue convertido en un guardarropa y o un almacén de toda la ropa y otros objetos que los juarenses les donaron a la familia afectada.
Ayer, todos lucieron tranquilos, alegres mientras observaban a “el maestro” colocar el yeso en las paredes negras por el humo.
“No saben lo bien que se siente que la gente de Juárez te ayude después de esto”, dijo José Miguel Palomino con una sonrisa en su cara: una expresión que permanece distante a la de aquel día del incendio. (Abraham Rubio/El Diario)