Luz del Carmen Sosa/
El Diario
Un hombre que recién había terminado su jornada laboral como chofer de una empresa transportista se quedó dormido al volante en su camioneta y chocó nueve vehículos estacionados en el exterior de un centro comercial.
La mayoría de los autos eran de reciente modelo y contaban con la póliza de seguro por daños a terceros… de la que él carece.
Un testigo del accidente dijo que ayer viernes por la mañana el chofer de la camioneta, identificado como Jorge Robledo, de 31 años, viajaba en una pick up Ford F-150 color blanco, modelo 2004, en sentido de sur a norte sobre la avenida Tecnológico, y poco antes de llegar al centro comercial que se ubica en esta arteria vial y Ejército Nacional, el sueño lo venció y se introdujo al estacionamiento de Costco.
La camioneta tipo pick up golpeó a un Volkswagen Jetta 2010, color azul; un Nissan March 2012, blanco; un Nissan Máxima 2005, un Ford Escort 1996, un Ford Mustang 1999, blanco; un Toyota Corolla 2002; un Hyundai Sonata 1999, un Nissan Sentra 1998, y una camioneta Dodge Caravan.
Los propietarios de los vehículos y otros clientes salieron a ver el accidente tras escuchar el impacto. Aunque hubo enojo en varios de ellos, el chofer explicaba que se había quedado dormido.
Una persona le regaló unas galletas de bombón “para el susto” y las comía deprisa mientras era esposado por los agentes de la Dirección General de Tránsito Municipal (DGTM).
Las ojeras eran evidentes en el conductor que no despertó con el primer impacto, por lo que el vehículo sin control golpeó a otras unidades, que a su vez golpearon al vehículo contigo, y aunque trató de reaccionar, no pudo evitar impactar al último auto.
El peritaje estableció que el chofer fue el único responsable del percance vial y quedó en calidad de detenido.
Con manos temblorosas Jorge Robledo llevaba la comida a la boca. No había probado alimento desde la noche del miércoles y tampoco había dormido en las últimas 24 horas, según dijo a los elementos de la Dirección General de Tránsito Municipal (DGTM) que, en solidaridad, le compraron unos burritos.
“No había comido ni dormido”, dijo el chofer de un camión de carga pesada que, según explicó, a causa de los problemas en la Aduana Americana ha trabajado largas jornadas para llevar la mercancía de la empresa maquiladora que contrató a la empresa transportista para la que él trabaja.
Hasta el cierre de esta edición se desconocía si la empresa sería solidaria con su trabajador.
Luego de ser elaborado el peritaje, el chofer fue consignado ante el Ministerio Público, que cuenta con 48 horas para determinar la situación legal del conductor.
En este caso, cada uno de los afectados deberá de presentar un presupuesto de los daños que sufrió su vehículo y sobre esa base determinar el monto de la fianza, ya que tiene el derecho do obtener la libertad bajo caución. (Luz del Carmen Sosa/El Diario)
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