Luz del Carmen Sosa/
El Diario
Como un accidente terrible que nunca debió suceder, así calificó el corredor Rafael de la Rosa Loera, de 51 años, el percance ocurrido el pasado domingo en la competencia de arrancones realizada en los médanos de Samalayuca y donde falleció Laura Marcela Minjárez Vázquez, de 46 años.
El probable responsable del delito de homicidio imprudencial aseguró que nunca huyó de la ciudad y explicó que cuando le negaron el servicio en el Seguro Social, pidió que lo llevaran al puente internacional para que su hijo lo trasladara con un doctor conocido de la familia y que los atiende en El Paso, Texas.
Sin embargo, cuando el médico le recomendó la hospitalización el mismo lunes por la noche regresó a Juárez, se hospitalizó aproximadamente a las 9 de la noche y familiares notificaron a la Físcalía.
Aseguró que fue su tío Gustavo de la Rosa Hickerson quien dio vista a la representación social.
“Yo personalmente notifiqué a la coordinadora de Ministerios Públicos, Yaneth Zamora, que mi sobrino estaba hospitalizado en esa clínica particular para que acudieran a tomarle la declaración”, dijo de la Rosa Hickerson, quien desde el lunes aseguró que el corredor respondería ante un juez por los hechos registrados.
Al momento de la entrevista realizada a De la Rosa Loera aún no era detenido por elementos de la Policía Ministerial Investigadora, quienes cumplimentaron la orden de aprehensión después de las 17:00 horas.
En la cama del hospital, donde todavía yace a causa de las lesiones sufridas en diferentes partes del cuerpo, el conductor de vehículos alterados lamentó la muerte de Laura Marcela Minjárez Vázquez y pidió disculpas a la familia por la pérdida de su ser querido.
“Le mando mi apoyo muy solidario a su familia, estuvimos en el lugar equivocado, en el momento equivocado y quiero decirles que lo siento mucho, jamás en la vida pensé que iba a suceder eso”, afirmó.
De la Rosa, quien tiene licencia de corredor en Estados Unidos y una experiencia de más de 30 años como semiprofesional y profesional, aseguró que asumirá las consecuencias legales por los hechos ocurridos.
Dijo que hasta el momento no ha tenido comunicación con el organizador del evento, quien hizo la invitación a un grupo de corredores de El Paso, Texas, para asistir a la competencia que, según les dijo, era con fines benéficos.
Eso fue lo que motivó al grupo de amigos a participar, ya que ellos asumieron los gastos del traslado de las unidades y combustibles, pues no recibieron ningún tipo de apoyo económico de parte de los organizadores.
“Nos acompañaban unas 30 gentes. Nosotros teníamos 3 o 4 años que no participábamos aquí en Juárez por la inseguridad, entonces nos pareció correcto venir y apoyar y así se dieron las cosas y los espacios para participar de la mejor manera”, dijo el corredor en la entrevista concedida ayer al mediodía a El Diario.
Aseguró que fallaron las medidas de seguridad al permitir el acceso de personas al área destinada para las carreras denominadas “Drag Race”, porque su auto no gira con el objetivo de mantenerse en línea recta.
“Es como una flecha, se va derecho y necesita como 200 a 300 metros para desacelerar, pero en este caso las personas estaban estacionadas en la misma pista”, precisó.
“Nunca en mi vida, y tengo 30 años de conductor, semiprofesional o profesional porque tengo licencia de corredor, nunca había visto a la gente dentro de la pista en la misma área donde se realizan las carreras, así ocurrió el accidente”, agregó.
“Faltó mucha seguridad, había mucha motocicleta, mucho carro sin rumbo, pero dicen que hacen eso cada fin de semana. Es lógico que iba a ocurrir un accidente y a cualquier otra persona le pudo haber pasado, la diferencia es que los carros otros (participantes) si podían haber girado”, explicó.
El riesgo era que si su carro hubiera girado por algún descontrol o por tratar de hacer una maniobra posiblemente hubiera pegamos a más vehículos por lo largo del vehículo, porque es muy largo, de aproximadamente 7 metros.
“Es muy difícil detenerte a tal velocidad, en 100 metros levantas de 75 a 80 millas, en las pistas donde hemos corrido tenemos de 200 a 300 metros para parar en llano, aquí había un muro de carros con gente afuera, aquí simplemente se acabó la pista”, dijo.
Agregó que junto con su auto se fue hasta abajo del Jeep, de donde lo sacaron inconsciente.
“Me ayudó a salir “El Gera”, un compañero que iba con nosotros y me subieron a una camioneta negra, me parece, en la caja me llevaron al Seguro por Salvárcar, pero como no soy derechohabiente y le dijeron a él que no (lo atendería) le dije que me llevara al puente para irme con mi hijo que tiene un amigo doctor que me revisó”, narró.
El reporte médico establece lesiones en vertebras, cuello, pelvis y piernas.
“Yo no me di cuenta de las consecuencias del accidente hasta la tarde del lunes, sabía que la persona había perdido una pierna porque me empezaron a llamar por teléfono como a las 5 o 6 de la tarde y ayer (lunes) me fue a ver una persona y me comentó que desafortunadamente había fallecido”, agregó.
Con el suero suministrado en la mano izquierda y cubierto con la bata hospitalaria, el padre de familia de oficio mecánico y corredor por afición llora ante la muerte de la mujer.
“Me siento tremendamente triste, es un trauma, uno tiene la fotografía en la mente, en los ojos, en todos lados, es un accidente terrible que nunca debió suceder”, expresó. (Luz del Carmen Sosa/El Diario)
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