Francisco Chávez/
El Diario
Las hojas de sus cuadernos no se quedan quietas, se vuelan con el aire y caen al piso cada que se suelta un ventarrón fuerte.
Así es como estudian decenas de alumnos de la Primaria Nueva Generación, que se ubica en el fraccionamiento Urbi Villa del Campo, en el suroriente de la ciudad, cuyos salones de clases son cuartos de “obra negra” que se quedó estancada desde hace nueve meses.
El abandono de la edificación se refleja en que en lugar de contar una puerta para entrar y salir del salón, se colocó una paleta de madera; mientras que el pizarrón es una pequeña tabla de un metro clavada sobre la pared, se observó en un recorrido.
La construcción del plantel estaba programada a finalizar en marzo de este año, para iniciar clases de manera formal a partir de este ciclo escolar, sin embargo, la Subsecretaría de Educación les informó que no había presupuesto para continuar con la obra, denunció la directora Beatriz Batista Bustillos.
Se solicitó la confirmación de esta versión, sin embargo, hasta el cierre de esta edición la dependencia estatal no proporcionó información al respecto.
La obra en proceso de la primaria está dividida en dos construcciones: una de ellas cuenta con cuatro salones de aproximadamente 6 x 7 metros, de los cuales dos se usan para dar clases a un grupo de primero y otro de segundo grado.
El otro consta de tres salones y un par de baños. Ambas construcciones se quedaron en el proceso de enjarrado de las paredes, pero no cuentan con puertas, rejas, ventanas, ductos de aire ni cableado eléctrico.
“Desde enero se quedó así, ya no hubo avances. Al parecer no hay presupuesto y esa es la razón por la cual no siguió la obra”, dijo la directora del plantel.
La Primaria Nueva Generación, es considerada de alta demanda, se ubica una cuadra al norte de la avenida Manuel Talamás Camandari, y a dos años de su creación (2013) ha impartido clases a cientos de niños en tres aulas móviles dobles.
Actualmente carecen de servicios básicos como electricidad, agua, drenaje y un déficit de 80 bancas, para una población de 249 alumnos, dijo la directora.
A esto se le suma que del ciclo escolar pasado y al inicio de éste, incrementó la matrícula estudiantil con 50 nuevos estudiantes, lo que los obligó a abrir otro grupo.
La directora refirió que personal del Instituto Chihuahuense de Infraestructura Física y Educativa (Ichife) realizó una visita en junio pasado, quienes comentaron a la comunidad escolar que retomarían la construcción para terminar durante las vacaciones de verano, sin embargo, nunca acudieron a trabajar y la escuela permanece en las mismas condiciones.
“La sorpresa que nos llevamos es que cuando entramos a clases no vimos ningún avance. Lo único que nos dicen es que no hay presupuesto”, dijo.
Eréndira Corral, maestra del 1ºB, apenas inició este nuevo ciclo escolar en la primaria “Nueva Generación”, en la que se le asignó uno de los salones construidos a medias.
Refirió que otras necesidades del plantel, además de los salones de clase, es la dotación de mobiliario como pizarrones, bancas y aires, así como instalación de servicios básicos.
“No tenemos prácticamente nada de mobiliario, ni infraestructura. Éste es mi primer año aquí y me tocó ‘estrenar”, dijo la maestra en tono de broma.
Agregó que al no existir las condiciones adecuadas de infraestructura, afecta al alumnado a concentrarse en clases y rendir al máximo.
Aun con las carencias, las maestra de la primaria ubicada al suroriente de la ciudad se mantiene optimistas de que se escucharán sus peticiones y se brinden las condiciones adecuadas para el estudio de los niños.
Batista Bustillos refirió que a dos semanas del ingreso a clases, el clima ha sido agradable para tomar clases en salones a medio construir, sin embargo, externó se preocupación al momento en que llegue la temporada invernal y los niños no tengan en dónde tomar clases.
“Es la pregunta que nos hacemos; les hemos solicitado más trailas (aulas móviles) y no las han traído, ahorita tenemos entre 35 y 45 alumnos por cada grupo”, dijo. (Francisco Chávez/El Diario)