Alejandro Tellez/
El Diario
El segundo día de la “Semana de Prevención y Combate contra la Trata de Personas 2015” se llevó a cabo ayer en las instalaciones de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Juárez.
María Eugenia Hernández Sánchez, catedrática de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), abordó el tema de migración infantil, mientras Ignacio Becerra Saucedo, del Instituto Nacional de Ciencias Penales, habló sobre prevención y operatividad criminal en materia de trata de personas.
Hernández Sánchez dijo que la migración actual de niños y jóvenes tiene raíces en el crimen organizado y la violencia intrafamiliar, pues en los diversos casos en los que se ha atendido a menores migrantes, muchos de ellos no hablan español, situación por la que es difícil que den a conocer los abusos que se cometen en su contra.
Dicha migración ha disminuido en términos de números, pero es más compleja en esta región, porque se da en ciclos en los que aumenta y baja, pero en cada ciclo es más complicada, explicó.
Indicó que Juárez se ha convertido en un espacio de deportaciones de niños que tiene una complejidad legal. Los niños y jóvenes siguen siendo una migración laboral, ya que tanto en el interior del país como a nivel internacional sigue por cuestiones laborales.
“Los niños tienen los anhelos y vitalidad, sin embargo vemos niños y jóvenes que trabajan desde una edad muy temprana, pero no se están gestionando un destino propio, sino que están viviendo esa situación como consecuencia de la pobreza, de su entorno, pero no necesariamente como un anhelo de perseguir qué es lo que quieren ser”, expresó.
En la participación de Becerra Saucedo se tocó el tema de la trata de personas como uno de los problemas actuales cuyos efectos se asemejan a los del narcotráfico, la venta de armas y el ‘lavado’ de dinero.
“El proceso de globalización y el desarrollo de los medios de comunicación, entre otros muchos aspectos, han hecho de dicho problema un fenómeno complejo, en ocasiones difícil de medir y regular; en los últimos años las estadísticas globales sobre las actividades ilícitas son contundentes. La delincuencia organizada genera ingresos a nivel nacional y mundial que representa un alto porcentaje de los mismos”, señaló.
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