Martín Orquiz/
El Diario
Sumidos en una profunda tristeza, pero confortados por el ejemplo que les dio al perder la vida cuando prestaba ayuda a otros, los familiares del juarense Luis Mario Alemán Mendoza comenzaron ayer a velarlo.
El recinto donde el estudiante es honrado se llenó con el llanto de sus familiares y amigos, quienes no pudieron controlar sus emociones al observar el féretro azul claro cubierto con un afiche del Capitán América, uno de sus personajes favoritos de cómics, una de sus grandes aficiones.
De hecho, varias personas lucieron camisetas con el escudo del personaje de Marvel al frente, mientras que en la espalda lucieron el mensaje: “There goes my hero… he’s Ordinary, 1997-2015” (Ahí va mi héroe… él es ordinario), refiriéndose al acto de heroísmo que protagonizó siendo una persona común la madrugada del domingo 26 de julio pasado, cuando ayudó a los afectados por un accidente en una carretera de Dallas.
Abrazados, dieron rienda suelta al dolor que les ocasionó observar el ataúd que contenía los restos de Luis Mario, quien el semestre académico que está por comenzar ingresaría a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) a estudiar la carrera de Publicidad.
“Estamos muy orgullosos de todo lo que logró, hasta nos hablaron de la Presidencia (municipal) porque le van a hacer un reconocimiento”, cuenta con una sonrisa y ojos que reflejan un profundo abatimiento la madre de Luis Mario, Martha Mendoza Rodríguez.
Decaída, pero orgullosa, contó que su hijo era un devoto de la música, principalmente de rock, tocaba la batería en algunos grupos locales e incluso llegó a componer melodías con letra y arreglos musicales.
En realidad él deseaba seguir una carrera dentro de ese arte, pero antes quería afianzar una licenciatura porque así lo había prometido a sus padres.
De hecho le encantaba el diseño gráfico, quería desarrollarse en ese tipo de área para, después, enfocarse en la música, que era su pasión.
Martha recuerda que él fue autodidacta y aprendió a tocar la batería viendo y escuchando videos en el portal de YouTube, pero sus virtudes y talentos lo ayudaron a dominar el instrumento con relativa facilidad.
Luego del fallecimiento de su hijo tanto ella como el resto de la familia tuvieron que pasar por muchas penurias como el traslado, los trámites migratorios y la falta de dinero. Todo ese proceso les sirvió para asimilar un poco la muerte de su ser querido.
“Es algo agridulce, porque estamos muy tristes porque murió, pero la forma en que lo hizo nos da mucho orgullo, nos hace sentirnos un poco bien. Nos volteó la vida, pero ya está con Dios, eso nos fortalece”, mencionó.
El cuerpo de Luis Mario permanecerá hasta hoy en una funeraria de la avenida Adolfo López Mateos. A las 18:30 horas será llevado a la Iglesia de la Sagrada Familia, que se ubica en la avenida Plutarco Elías Calles, para luego proceder a cremar sus restos. (Martín Orquiz/El Diario)