Abraham Rubio
El Diario
Jaqueline Morúa estaba en su casa cuando una cuadrilla de trabajadores de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) tocó la puerta; ella no pudo atenderlos en el momento, sin embargo, cuando salió los empleados ya estaban sustituyendo el medidor del agua por uno diferente.
“Oiga, pero si ese (su antiguo medidor) aún sirve”, comentó la afectada. “Sí, señora, pero son órdenes directas de que los cambiemos”, le explicó el empleado a la disconforme.
Ella está molesta porque no se le consultó antes de poner el medidor, y además no se le especificó que tenía que pagar un cargo extra por la acción que ella no autorizó.
Otros vecinos de Jaqueline, también manifestaron su inconformidad con el hecho y uno de los vecinos le dijo a los trabajadores: “Yo no quiero que me lo quites” / “No es opcional”, le contestó el trabajador que se encontraba instalando el nuevo artefacto.
Para Marco López, tampoco fue opcional: un día llegaron a su casa, ubicada en la colonia Fovissste Chamizal, y cambiaron algunos medidores, entre los cuales estaba el suyo.
Él no estaba en su casa cuando ocurrió esto: la notificación de que su medidor había sido sustituido le llegó por su vecina, quien no le pudo explicar el motivo. Tenía un medidor nuevo, sin embargo, no conocía las implicaciones de esto.
El vocero de la JMAS, Mario Ruiz, comentó que para instalar los medidores “no se le tiene que pedir autorización a los usuarios, ya que ellos aceptan dichas disposiciones en el contrato”.
De acuerdo con el vocero, estas acciones las tienen que realizar debido a que están obligados por la Ley de Aguas a garantizar la generación de “las condiciones pertinentes para que sirva el sistema de agua”.
Tienen que pagar 900 pesos
Sin embargo, aclaró que como todo material que se utiliza para el mejoramiento del servicio “tiene un costo”, es por eso que se les cobra un monto de aproximadamente 900 pesos.
El problema, de acuerdo con los afectados, es que no tienen previsto ese gasto, por lo que tienen que batallar con el servicio o con la manera de conseguir el dinero que se les está cobrando.
En el caso de Marco López, le cobraron mil doscientos ocho pesos por el gasto correspondiente y la suma de la instalación de su nuevo medidor, Él se quedó sin agua un día porque no pudo pagar la cantidad que se le estaba cobrando; tuvo que pedir prestado para pagar el servicio de agua “que había subido mucho”.
Jaqueline Morúa, lleva tres días con su nuevo medidor, sin embargo, teme que se le junten los recibos, y que le sea difícil pagar el servicio de luz eléctrica y el de agua, con el cargo extra.
“No sabía que tenía que pagar extra, deberían de avisar para saber si podemos pagar”, comentó la vecina, preocupada por cómo será la manera en la que saldrá del aprieto en el que no solicitó involucrarse.
jrubio@redaccion.diario.com.mx