Martín Orquiz/
El Diario
La penetración en el uso de teléfonos celulares entre los fronterizos ha llevado a esta herramienta de comunicación a entrometerse de lleno en las actividades que realizan a diario tanto adolescentes como adultos, en escenarios profesionales, familiares o de esparcimiento, sobre todo por el plus que representa el acceso a Internet y a redes sociales desde esos aparatos.
Tan sólo en Ciudad Juárez, datos del Sistema de Información Estadística de Mercados de Telecomunicaciones (SIEMT) del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), indican que hay poco más de un millón 300 mil suscripciones a teléfonos celulares, un mercado que en 2006 contaba con casi 870 mil.
Aunque con esa cifra se podría establecer que existen casi tantos aparatos como ciudadanos en esta frontera, que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estableció en el Censo de 2010 en un millón 332 mil 131 personas, habría que descontar las líneas que no están en funcionamiento y que existen personas que tienen varios aparatos.
Además, se indica en el informe ciudadano 2015 “Así Estamos Juárez, sistema de indicadores de calidad de vida”, que casi la mitad de las personas entre los 18 y 29 años que tienen teléfono celular, cuentan con acceso a Internet desde sus móviles.
Un abogado juarense que pidió anonimato, tiene tres líneas telefónicas móviles: una de Telcel para uso profesional, una de Nextel con el mismo propósito y otra de Movistar para estar conectado con su familia.
“No soy el único, conozco a muchas personas que traen incluso más aparatos que yo”, aseguró. “No lo hacemos por lujo, sino por una necesidad”, dijo.
Al mes, en promedio, desembolsa de mil 500 pesos a 2 mil pesos por el servicio, ya que no puede prescindir de esas conexiones. En dos de las líneas tiene contrato y una es por prepago.
En cambio, Alejandra Barraza, una estudiante de preparatoria, tiene un solo aparato al que le pone saldo cada una o dos semanas para estar en comunicación con su familia.
“Pues le pongo 20 pesos, lo más que le he puesto son 50 pesos, pero sólo lo uso para que mi mamá me hable”, explicó.
Operadores de telefonía celular aquí, que hablaron con la condición de anonimato, dijeron que Ciudad Juárez es considerada una “buena plaza” que está en crecimiento.
“A diario se venden muchos aparatos, y son de todos, desde modelos que cuestan 300 pesos, hasta modelos que pueden valer 15 mil, depende de la capacidad económica de cada usuario”, indicó uno de los entrevistados.
También hay precios para “la clase media”, desde 2 mil a 7 mil pesos, que son los teléfonos que más se venden en los meses recientes, explicó.
El trabajador de otra compañía telefónica indicó que la comunicación es fundamental para una frontera como Juárez, debido a que la industria y el comercio requieren de sistemas efectivos para desempeñar sus actividades.
“Tenemos clientes empresariales, el estar comunicado entre sus trabajadores, proveedores y clientes es vital para su desarrollo, así que utilizan tanto radios como teléfonos celulares con ese propósito”, dijo.
Añadió que esta clase de clientes, por lo general utilizan el sistema de pospago o por contrato y pagan diferentes cantidades que van de cientos a miles de pesos según el ritmo de la actividad que realicen, mientras que las personas que tienen como fin familiar o social el uso de celulares, por lo general prefieren el sistema de prepago por medio de “fichas” o carga electrónica en casi cualquier tienda, ya que así pueden controlar mejor sus gastos.
“Si tienen pues le ponen, si no pues no, la ventaja de este sistema es que pueden recibir llamadas aunque no tengan saldo”, mencionó.
El abogado entrevistado, por ejemplo, utiliza un radio y una línea de celular para realizar sus actividades profesionales, mientras que tiene otra línea para estar en contacto con sus familiares y amistades.
“Tengo este plan porque me resulta barato, todos en mi familia (esposa e hijos) tienen un teléfono de la misma compañía y realmente nos sale más económico”, explicó.
Además, el uso de tres teléfonos tiene que ver con sus necesidades para estar conectado y disponible todo el tiempo porque, afirmó, no se puede dar el lujo de perder llamadas.
“Es algo que aprendí a través del tiempo, hubo clientes que se me fueron porque perdí su llamada y necesitaban con urgencia mi servicio, ahora con dos teléfonos tengo mayor disponibilidad”, expresó.
Alejandra, por el contrario, sólo tiene un teléfono y la inversión que hace es mínima, ya que lo utiliza con el único propósito de estar en contacto con su familia y amigos.
“Mi hermano menor también trae su ‘tamagotchi’ (así le llama al aparato económico) para que mis papás sepan dónde está, se lo compraron cuando entró a la secundaria”, contó.
Los empleados de empresas de telefonía celular móvil contaron que las temporadas cuando se comercializan más unidades son durante el fin de año, en febrero (por el Día del Amor y la Amistad), en mayo (por el Día de la Madre) y al inicio del ciclo escolar, entre agosto y septiembre.
“Ahora cualquier persona trae un teléfono celular, aunque sea ‘chafatronic’, pero hasta personas con bajo perfil económico traen uno por necesidad”, mencionó uno de los entrevistados.
Teléfono más Internet, combinación adictiva y aislante
Irma Sánchez, de 27 años, es una profesionista que hace un buen uso del celular, ya que a través de Internet y las aplicaciones que su teléfono tiene puede apoyarse para realizar la mayoría de sus tareas, tanto profesionales como personales.
“Creo que no podría estar sin mi celular, lo cargo a todos lados, es mi asistente, lleva mi agenda y tengo acceso a cualquier dato o información que requiero”, afirmó la administradora de empresas.
Incluso mucha de la interacción que hace con la mayoría de las personas que tienen que ver con su ámbito laboral y personal es realizada a través del móvil, una circunstancia que para Irma es, en ocasiones, mejor que hablar cara a cara porque se ahorra tiempo y distancia.
Al preguntarle si cree que el uso de ese aparato es, en su caso, una adicción, mencionó que no podría responder con certeza, pero cuando se le ha llegado a extraviar aunque sea por minutos sufre “ataques de pánico”.
La desagradable sensación de desligarse del teléfono celular incluso tiene nombre: nomofobia, explicó la psicóloga Luisa de la Providencia Díaz Corro.
Relató que se trata del miedo irracional a estar sin teléfono móvil. El término proviene del anglicismo “nomophobia” (“no-mobile-phone-phobia”) y se produce cuando la dependencia genera una infundada sensación de incomunicación en el usuario, cuando no puede disponer del celular porque lo haya dejado olvidado en casa, se haya agotado su batería o esté fuera de cobertura.
El fenómeno de adicción al dispositivo móvil, mencionó la profesionista, inicia con la necesidad de comunicarse y la factibilidad de la tecnología, primordialmente como una herramienta laboral que acorta las distancias y ayuda a organizar actividades con la diversidad de aplicaciones funcionales en mejoría al presenciar diferentes contextos a distancia.
La desventaja de este artículo en la sociedad actual es precisamente la dependencia conductual y, en caso extremo, la fobia a prescindir del celular.
“Si bien comunicar siempre ha sido un precepto social, en necesidad de lograrlo estamos inmersos en la tecnología; los índices de dependencia al celular son alarmantes, la tendencia al comunicarse, socializar, laborar, resolver situaciones cotidianas se ha trasmutado a distanciamiento físico y en situaciones críticas adereza emociones”, expresó.
Una de las consecuencias de esta conducta habitual al uso del celular es la enajenación en la comunicación interpersonal, estrés e irritabilidad.
“Preferimos la zona de confort, un texto o una llamada a una conversación, a la convivencia con los amigos o a fraternizar con la familia”, explicó.
Cuando se supone que existe dependencia al celular, se puede observar que el individuo carece de funcionalidad, observando que experimenta una sensación de incertidumbre en actividades sencillas, así como rechazo a socializar personalmente, además de ansiedad o inquietud de interacción constante del estado del móvil.
El informe “Así estamos Juárez, sistema de indicadores de calidad de vida”, determinó a través de una encuesta de percepción –aplicada el año pasado– que casi la mitad (48.8 por ciento) de las personas entre los 18 y 29 años que tienen teléfono celular, cuentan con acceso a internet desde sus aparatos.
De la misma forma, el 44.9 por ciento de los individuos con móvil que están entre los 30 y 44 años también pueden utilizar la red digital, mientras que el grupo de entre 45 a 59 años alcanza el 19 por ciento y el de más de 60 años llega al 6.4 por ciento.
Nueve de cada 10 usuarios usan el sistema de ficha o recarga
El informe estadístico del cuarto trimestre de 2014 dado a conocer por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) establece que a nivel nacional, la penetración de telefonía móvil fue de 85 suscripciones por cada 100 habitantes, según los datos que les fueron proporcionados por los operadores de este servicio.
Las suscripciones de telefonía móvil llegaron, al cierre de 2014, a 101.8 millones en todo el territorio nacional, lo que representó una disminución de 4.7 por ciento con respecto el mismo período de 2013.
El hecho, según se explica en la página digital de la instancia federal (www.ift.org.mx), se debe a la depuración que realizan los operadores de sus suscripciones activas.
De los operadores de telefonía móvil, se indica en el documento electrónico, Telcel posee el 66.91 por ciento del total de suscripciones, Telefónica el 21.01 por ciento, Iusacell-Unefon el 9.09 por ciento (Iusacell el 3.79 por ciento y Unefon 5.30 por ciento), mientras que Nextel tiene el 2.85 por ciento.
El Instituto determinó que para la telefonía móvil en el país, el 87 por ciento de suscripciones pertenecen a la modalidad de prepago, con 88.6 millones, mientras que el 13 por ciento a la de pospago o bajo contrato con 13.2 millones.
El número de minutos de uso de telefonía móvil por suscripción fue de 349 en promedio para el cuarto trimestre de 2014.
Los datos contenidos IFT establecen que, durante 2013, en Ciudad Juárez había un millón 330 mil 267 suscripciones a la telefonía móvil.
Ese número ubicó a esta frontera en la novena posición del ranking de principales ciudades con suscriptores a este servicio.
El número uno lo ocupa la Ciudad de México con casi 22 millones y medio de suscripciones; le sigue Guadalajara con poco más de 5 millones; Monterrey con 4.5 millones; Toluca con poco más de 2 millones 800 mil; Puebla con 2 millones 354 mil; Cuernavaca con un millón 600 mil; Tijuana con un millón 432 mil; y Querétaro con un millón 417 mil.
Por debajo de Ciudad Juárez están León con un millón 200 mil suscripciones; Mérida con un millón 99 mil; San Luis Potosí superando con poco el millón al igual que Chihuahua, mientras que Torreón tuvo 995 mil.
La cifra de suscripciones a aparatos móviles de telefonía celular ha crecido de forma exponencial durante los años recientes en esta frontera; la información del IFT indica que en 2006 se tenían registrados a 869 mil 224 suscriptores aquí, para el 2007 el número se incrementó a 983 mil 988.
Subsecuentemente, el índice continúa su ascenso y para 2008 se rompió la barrera del millón de aparatos con un millón 79 mil 292; en 2009 llegó a un millón 151 mil 472; y para 2010, a un millón 239 mil 595.
En 2011 ya eran un millón 269 mil 84 suscripciones; para 2012 la cifra creció a un millón 284 mil 491; y para 2013, el índice más reciente registrado entre los datos del Instituto, había un millón 330 mil 267. (Martín Orquiz / El Diario)
Internet en el celular
48.8%
De 18 a 29 años
31.9%
De 30 a 44 años
19%
De 45 a 59 años
6.4%
Más de 60 años
Fuente: Informe 2015 “Así estamos Juárez, sistema de indicadores de calidad de vida”
TOP TEN DE USUARIOS
1 Ciudad de México 22 millones 428 mil 116
2 Guadalajara 5 millones 122 mil 821
3 Monterrey 4 millones 504 mil 415
4 Toluca 2 millones 840 mil 911
5 Puebla 2 millones 354 mil 050
6 Cuernavaca 1 millón 647 mil 306
7 Tijuana 1 millón 432 mil 228
8 Querétaro 1 millón 417 mil 091
9 Ciudad Juárez 1 millón 330 mil 267
10 León 1 millón 286 mil 246
CIFRAS DE 2013
En México, el 87% de los suscriptores utilizan el sistema de prepago, mientras que el 13% usa el de pospago (plan) o contrato.
Fuente: Instituto Federal deTelecomunicaciones (IFT)
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