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Usan de todo para ‘secuestrar’ calles

Edwin López/
El Diario

2015-08-02

Sillas, tambos, cubetas de arena, galones de gasolina vacíos y botes de basura son algunos de los objetos frecuentemente utilizados por juarenses para obstruir el estacionamiento frente a su propiedades, ya sean residencias o negocios, sin importar que la práctica sea considerada ilegal por las autoridades municipales.
“Muchas personas que viven frente a una calle asumen que el frente de su casa es su frente pero esto no es cierto, cualquier persona puede estacionarse en cualquier lugar”, indicó Óscar Acosta García, director general de Tránsito Municipal.
Para gozar del uso exclusivo de manera legal se tendría que pagar pero para reservar el espacio, lo que tampoco implica permiso para colocar objetos en la calle, señaló al respecto David Camarena Murillo, jefe de Estacionómetros del Municipio.
Ese permiso costaría para una casa particular, 2 mil 223 pesos para empezar y una mensualidad de 525.75 pesos, dijo el funcionario. Para comercios, agregó, la mensualidad es de mil 51.50 pesos.
Colocar obstrucciones al estacionamiento es común en zonas de flujo vehicular saturado como el Centro Histórico o alrededor de oficinas públicas. Incluso en zonas residenciales se pueden visualizar cubetas, botes, y hasta señalamientos pintados a mano, reservando el estacionamiento para los dueños de las fincas.
De acuerdo con el Reglamento de Vialidad y Tránsito del Municipio de Juárez, queda prohibido el colocar “objetos que obstaculicen el estacionamiento de vehículos o el libre tránsito vehicular o peatonal”.
Un caso representativo de obstrucción e invasión de  la vía pública se ubica sobre una de las vialidades más transitadas de la ciudad, la avenida López Mateos. Botes llenos de arena, tambos, y otros materiales de desecho fueron colocados desde hace cerca de un mes sobre el cuarto carril vehicular frente al antiguo Hotel La Playa, en la acera frente al viejo Consulado norteamericano.
El parquero de esa zona señaló que todos los días a las 6 de la mañana, trabajadores colocan el material con el propósito de obstruir el estacionamiento frente al hotel, aun y cuando el negocio no ha operado por años.
El inmueble, junto con sus vecinas empresas, decayó después del traslado del consulado estadounidense. Dos negocios, con pocos cajones de estacionamiento, avecinan la propiedad abandonada: un consultorio dental, y un consultorio de apoyo a adolescentes embarazadas.
Según el Reglamento de Vialidad y Tránsito la práctica ilegal debería ser sujeta a una orden de retiro para que un agente de esa dependencia quite los objetos del espacio obstruido.
Érika Marmolejo, vocera de Tránsito Municipal, señaló que si continúan incumpliendo, encontrarían la manera de que se sujete al reglamento permanentemente. Sin embargo, en casi un mes, ninguna autoridad ha actuado pese a que se trata de una vialidad de las más importantes y transitadas de la ciudad.
Respecto a los permisos especiales que permiten reservar espacios frente a las propiedades particulares, el jefe de Estacionómetros explicó que el ciudadano debe acudir a las oficinas de esa dependencia ubicadas en la calle Abraham González 168. Ahí  llena un formulario, paga, y espera 15 días para que se complete el trámite.
El primer pago hacia la instalación de un espacio de estacionamiento incluye los costos de pintar el cajón, y los señalamientos requeridos. Después los pagos hacia la oficina de Estacionómetros son una mensualidad por cada cajón instalado. (Edwin López / El Diario)

redacción@redaccion.diario.com.mx
 

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