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Absuelven a 4 de homicidio por falta de pruebas

Blanca Elizabeth Carmona/
El Diario

2015-07-31

Por unanimidad un Tribunal de Juicio Oral ayer absolvió a cuatro hombres acusados del delito de homicidio, al determinar que la declaración de uno de los involucrados en la que acepta haber rociado con gasolina a la víctima no fue una confesión.
Además el órgano colegiado ordenó al Ministerio Público (MP) que abra una investigación en contra de los agentes estatales que participaron en ese caso ante la posibilidad de que cometieron actos de tortura, debido a que dos de los ahora exonerados dijeron haber sido sujetos a prácticas denigrantes y violatorias de derechos humanos.
Los encontrados inocentes son: Alejandro Fernández Carranza, Juan Gerardo Bautista Domínguez, Jesús Sarmiento Regalado y Luis Alfonso Marmolejo Cabrera. Ellos fueron acusados de haberle ocasionado la muerte a Martín Refugio Torres Segura, alías “El Camala”, el 25 de diciembre del año 2012.
La causa del fallecimiento de “El Camala” fue traumatismo craneoencefálico y además sufrió quemaduras en el 90 por ciento de la superficie corporal.
Al emitir el veredicto ayer en la primera sala de la “Ciudad Judicial”, los jueces indicaron que a criterio de ellos las pruebas desahogadas por el MP fueron son insuficientes para demostrar la participación culpable y dolosa en calidad de coautores de los cuatro sentenciados.
Lo anterior aunque Alejandro Fernández Carranza declaró el día 13 de agosto del 2013 ante el MP que tuvo conocimiento de la muerte de “El Camala” porque él le roció una botella de gasolina, indicó el juez redactor de la sentencia Arnulfo Arellanes Hernández al dar una breve explicación de los motivos del fallo absolutorio.
En la misma declaración Carranza hizo un señalamiento directo contra los otros tres hombres, dijo que ellos causaron alteraciones en la salud de Torres Segura las cuales que su vez le ocasionaron la muerte, señaló el juzgador a los presente en la sala entre ellos la madre y esposa de la víctima así como varios parientes de los sentenciados. (Blanca E. Carmona)

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