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Indigna a ciudadanos muerte de niña en albergue; Fiscalía cierra el caso

Araly Castañón/Luz Sosa
El Diario

2014-03-13

Lectores de El Diario y representantes de sectores sociales se manifestaron indignados por la muerte de Nohemí Álvarez, la niña de 8 años encontrada sin vida en un albergue.
“Que investiguen a los que la interrogaron, ¿qué le dijeron, la amenazaron o qué pasó? ¿Por qué desde ese momento no paró de llorar y estaba aterrorizada? Era un angelito a esa edad, ¿por qué no la cuidaron? Alguien debe llevar su muerte en su conciencia, es terrible que pase esto”, señaló Ana López, usuaria de El Diario Digital.
Arturo Sandoval Figón, vocero de la Fiscalía General del Estado, dijo que ayer por la tarde el personal especializado de la Dirección de Servicios Periciales y Ciencias Forenses entregó los resultados del peritaje, que determinó suicidio, y el Ministerio Público cerró la carpeta de investigación al no existir delito qué perseguir.
Arturo Olvera, también lector de El Diario, exigió una explicación.
“¿Bajo qué procedimiento se establece el interrogar a un menor de edad sin la presencia/autorización de quien tenga la patria custodia? Qué casualidad que la misma persona que realiza el interrogatorio es la que tenía el poder de liberar al pollero”, señaló.
“¿Cuál era la urgencia de interrogar a la menor y más sin el permiso de los padres o alguna persona capacitada y ajena a la investigación presente en ese interrogatorio?”, indicó por su parte José Martínez.
Carlos Hernández comentó que un menor no tiene la madurez ni la voluntad de un suicidio, a menos de que sea influenciado mentalmente, por lo que consideró que se debe investigar más a fondo al albergue La Esperanza, donde murió la niña.
“Sí hay delito qué perseguir, a la PGR, a ver, ¿por qué la niña regresó tan mal después de su interrogatorio?, señaló Juany Mancillas, otra lectora.
Nohemí murió en un albergue luego de ser asegurada junto con el “pollero” que la trasladaba sin documentos oficiales a Estados Unidos.
Personal de la casa-hogar La Esperanza dio a conocer que la menor —que fue internada ahí por el DIF estatal, luego de ser rescatada de un traficante de personas— entró en pánico después de que una agente del Ministerio Público Federal tomó su declaración.
Para representantes de sectores sociales, el caso dejó de manifiesto la ausencia de mecanismos gubernamentales para atender a este tipo de infantes, así como falta de protocolos.
El secretario de la organización civil Red por la Infancia, José Luis Flores Cervantes, dijo que es evidente la ausencia de mecanismos de cumplimiento a la normatividad internacional que deben existir para tratar a menores en condición de migrante.
“Hay una serie de protocolos para atender a estos menores de la cual la ciudad carece y de la cual pareciera que las instancias gubernamentales desconocen, por ejemplo debemos de contar con un albergue especializado”, señaló.
Agregó que los niños en estas condiciones presentan miedos y traumas por lo que significa salir de sus hogares, y en la ciudad tampoco hay especialistas que puedan identificar esta condición.
“Hay una ausencia de mecanismos y sobre todo hay una falta de cumplimiento a normas internacionales que ya existen y están signadas por el Estado Mexicano para proteger a estos menores en condición de migrantes o menores en circuito”, expuso.
Subrayó que hay un desconocimiento de las autoridades y una falta de acciones concretas que se deben tomar.
“Hay una gravísima omisión por parte del Estado de Chihuahua, del Gobierno del Estado a través de esta Subprocuraduría de haber dado otro tipo de seguimiento dadas las condiciones que ya venían presentándose de señales de la menor de edad”, indicó Flores.
El abogado decano del Colegio de Abogados Benito Juárez, Javier Cuéllar Moreno, dijo que en este caso se evidencia la poca consideración de las autoridades a los menores migrantes y a los grupos vulnerables.
“Lo conveniente sería que se tomaran medidas para tener más tacto al momento de solicitar la declaración a ese tipo de personas que vienen de por sí atemorizadas y los agentes del Ministerio Público los asustan más”, agregó.
Dijo que existe falta de educación y capacitación de los agentes para tratar a grupo vulnerables.
Los estudios periciales y análisis de la escena del crimen establecen que Nohemí Álvarez Astorga de 8 años, originaria del estado de Durango, se suicidó en el interior del sanitario del comedor del albergue “La Esperanza”, ubicado en la colonia Anáhuac en esta ciudad.
“Ante la duda razonable de que la muerte de la niña fuera voluntaria o provocada se realizaron varios peritajes en la escena del crimen. Se realizaron las pruebas de dactiloscopia forense que permitieron establecer que la niña manipuló por sí misma la cortina de baño y que ella cerró la puerta del sanitario por dentro”, explicó Arturo Sandoval Figón, vocero de la Fiscalía General del Estado.
“En el sitio donde la niña fue localizada, suspendida de la cortina del baño, sólo se localizaron las huellas de la menor, se confirmó que la puerta del sanitario fue cerrado por dentro, estaban sus huellas y no había más accesos, entre otros detalles valorados”, dijo el funcionario. 
La niña, indicó, presentó un severo trastorno emocional según la valoración de la sicóloga de la casa-hogar que la atendió y este factor fue el que, probablemente, incidió en la decisión de la menor.
Un comunicado de prensa emitido por la Fiscalía General del Estado en la Zona Norte menciona que los criminalistas de campo y perfiladores estudiaron todos los objetos, elementos, sustancias y a las personas cercanas a la menor que ayudaron al esclarecimiento del hecho.
Agrega que la muerte de la menor migrante fue voluntaria, por lo que ayer mismo el agente del Ministerio Público cerró la carpeta de investigación en torno al deceso de la pequeña.
El portavoz dijo que tampoco se acreditó la comisión del delito de omisión de cuidados por parte de los encargados del albergue, ya que la niña ingresó al sanitario en forma normal mientras el resto de los menores realizaban la tarea en el comedor.
Nohemí fue asegurada desde el viernes anterior en compañía de un hombre que fue contratado por su abuela, en el estado de Durango, para que la cruzara a los Estados Unidos sin los documentos oficiales correspondientes, informó Alejandro Ruvalcaba de la Policía Estatal Única (PEU).
La menor fue canalizada al albergue La Esperanza por la Subprocuraduría de Asistencia Jurídica y Social, dependiente del DIF Estatal.
De acuerdo con la doctora Alicia Soria Espino, quien brindó los primeros auxilios a la pequeña cuando la encontró en el sanitario, la niña llegó con mucha hambre después de pasar varias horas de corporación en corporación. El sábado le tomaron su declaración sin la presencia de una sicóloga o un abogado por la titular de la Séptima Agencia del Ministerio Público. (Araly Castañón/Luz Sosa/El Diario)

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