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Confirman que restos son de Mónica Janeth Alanís

Luz del Carmen Sosa
El Diario

2014-01-27

“Estamos en shock, es todo lo que puedo decir”, dice devastado Ricardo Alanís, padre de la estudiante universitaria Mónica Janeth Alanís Esparza, desaparecida el 26 de marzo del 2009, al dar a conocer que los restos de su hija ya le fueron entregados.
Ya sepultó unos restos, dice.
Partes de la osamenta de Mónica fueron localizados en el rancho El Navajo, en la sierra de San Agustín, durante uno de los últimos rastreos realizados en el 2012.
Desde el año pasado conocieron la fatal noticia, hubo resistencia de aceptarla. La familia, al igual que las madres de otras jóvenes desaparecidas y localizadas en el Valle de Juárez, rechazó aceptar un primer dictamen pericial.
La Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM) con apoyo de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevintra) y la Red Mesa de Mujeres coincidieron practicar un segundo estudio de genética forense…los resultados fueron otra vez positivos.
Carlos González, vocero de la Fiscalía General del Estado dijo que los restos de la estudiante de la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) fueron localizados en el rancho El Navajo y sujetos a dos exámenes de ADN debido al rechazo de los padres de aceptar un primer dictamen pericial.
“Se entregó el resultado a sus padres y lo rechazaron, se procedió a un segundo análisis de ADN y dio positivo. Los restos se entregaron a la familia y con apoyo de Fiscalía fueron sepultados”, dijo el vocero de la FGE,  quien agregó que la familia pidió total discreción, lo que la dependencia acató.
“No lo aceptamos, queremos pensar que son humanos y que los humanos tienen errores”, dice el padre renuente a una entrevista. No quiere hablar de la muerte de una hija que para él sigue viva.
“Ya sepultamos los restos”, refiere, sin embargo, para el padre, los pocos huesos que le entregaron no son su “gorda”. Él insiste en seguir buscando.  De su esposa, prefiere no dar detalles.
“Es la madre de mi hija, está destrozada, en shock. Tiene que usar sedantes”, lamenta.
Monica Janeth era estudiante del segundo semestre de Administración y era considerada excelente estudiante, ya que su promedio general de calificaciones era de 9.
La familia Alanís Esparza radica en la colonia El Vergel desde donde la jovencita se transportaba todos los días en camiones de la Línea Tierra Nueva hacia el Instituto de Ciencias Sociales y Administración (ICSA) de la UACJ.
“Mi hija salió de la casa el 26 de marzo a las 8 de la mañana, sabemos que a la una de la tarde la vieron en la universidad. A las 4 de la tarde no había llegado y su mamá le llamó al celular y ella le dijo que había ido a hacer un trabajo allá por la Jilotepec”, narró el padre de familia a El Diario pocos días después de la desaparición de “Moni”.
“A las 7 de la tarde mi esposa me dijo que no había llegado y le llamamos al celular pero nos mandaba al buzón. A partir de ahí perdimos el contacto con ella, por lo que escuchamos creemos que iba a bordo de un vehículo, pero pues son meras especulaciones nuestras”, agregó.
Los Alanís Esparza han vivido una prolongada agonía desde entonces. Un incendio en su casa, accidentes, decesos de seres queridos, agotamiento y afectaciones severas a la salud, no vencieron al matrimonio que ha sido reconocido en el extranjero por su lucha en búsqueda de las jóvenes desaparecidas de Ciudad Juárez.
Ricardo Alanís y su esposa, ofrecerán en breve una conferencia de prensa para hablar sobre el caso de su hija y su petición de vivir el duelo en la intimidad. De momento, el grito de justicia se ahogó en el dolor.

lsosa@redaccion.diario.com.mx

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