Juan de Dios Olivas
El Diario
Mal armados y con pocas provisiones, aquella columna de 500 hombres salió de Chihuahua para emprender una travesía de 2 mil 500 kilómetros hasta la ciudad de Puebla.
El camino era largo y había que hacerlo a pie sobre la ruta del antiguo Camino Real que construyeron los españoles en la época colonial.
No tenían formación militar; pero llevaban consigo más que eso: Todos vivieron la experiencia de la invasión norteamericana a México, lucharon en numerosas ocasiones contra las hordas apaches o formaron parte en alguno momento de los bandos liberales o conservadores que luchaban por darle una forma de gobierno al país.
Sin embargo, en esta ocasión el enemigo no era ninguno de ellos, se trataba de Francia, la nación más poderosa del mundo con Napoleón III, que en 1862 se encontraba empeñada en someter nuevamente a los mexicanos al yugo de un imperio.
Por eso, cuando fueron llamados a las armas, aquellos hombres no dudaron en integrarse al Batallón Primero de Chihuahua, el cual se incorporaría en septiembre de ese año a la defensa de Puebla y de México.
El ánimo se encontraba crecido por aquella batalla que el general Ignacio Zaragoza ganó el 5 de mayo de ese año al defender los fuertes de Loreto y Guadalupe.
No obstante, pronto habrían de enfrentarse a penurias de todo tipo en la que su vida sería apostada y su lealtad sería puesta a prueba.
De acuerdo con algunos historiadores, a Puebla llegaron únicamente 370 chihuahuenses, puesto que casi una tercera parte falleció en el largo trayecto que hicieron a pie y algunos más desertaron.
PATRIA PATRIA,
TUS HIJOS TE JURAN
Tras varias horas de combate, el 5 de mayo de 1862, el Ejército de Oriente al mando del general Ignacio Zaragoza derrotó a los franceses en Puebla y rechazó el avance de los extranjeros hacía la capital del país. Sin embargo, la derrota para el ejército de Francia no fue suficiente y pronto volvería a arremeter en contra de los mexicanos con 30 mil soldados.
La ocupación de Veracruz en 1862 por las fuerzas francesas marcó el inicio de la Guerra de Intervención Francesa.
Convencido de que sí se podía obtener la victoria, Benito Juárez encabezó la resistencia y en vez de huir a otro país instituyó un gobierno itinerante que obtuvo apoyo y refugio en el norte de México.
El presidente Benito Juárez inició la defensa y dictó diversas medidas encaminadas a organizar fuerzas y acumular elementos de combate.
Una de estas medidas fue el decreto del 17 de diciembre del mismo año, que señalaba el número de soldados de la Guardia Nacional que cada estado y territorio debían poner a disposición del Ministerio de Guerra y Marina.
A Chihuahua le correspondió poner a disposición de la Guardia Nacional 2 mil hombres, aunque el gobernador Luis Terrazas sólo envió la cuarta parte, lo que motivó que fuera destituido del cargo por orden de Benito Juárez, aunque posteriormente volvería a ser electo por los chihuahuenses y terminaría brindado su apoyo al Gobierno mexicano que encabezaba el Benemérito.
A petición de Terrazas, el Tribunal de Justicia fue investido de amplias facultades por el Congreso del Estado e impuso contribuciones extraordinarias a los chihuahuenses que sumaron 205 mil pesos, los cuales fueron utilizados para enviar a Estados Unidos a Leonardo Siqueiros y Ramón R. Luján a adquirir armas y pertrechos con los cuales se organizaría una brigada que apoyaría al Supremo Gobierno
Así nació el “Batallón Primero de Chihuahua”, quedando integrado por 500 hombres bajo el mando del coronel Manuel Maya.
La milicia chihuahuense partió al interior del país en mayo de 1862, en vísperas de la batalla de Puebla, pero en el camino, en Palo Chino, Durango, los soldados se amotinaron dirigidos por Ángel Trías y José P. Arellano reclamando el cambio de jefes. Terrazas se presentó ante los inconformes y restituyó el orden y la autoridad además de enviar a los líderes de los insubordinados a la ciudad de Durango en donde el gobernador Patoni los mandó incorporar a su Guardia Nacional.
De acuerdo con algunos historiadores, a Puebla llegaron únicamente 370 chihuahuenses, puesto que casi una tercera parte falleció en el trayecto de 2 mil 500 kilómetros que hicieron a pie y otros desertaron.
¡UN RECUERDO PARA ELLOS DE GLORIA!
En diciembre de 1862, “El Batallón Primero de Chihuahua”, se incorporó en Puebla al Ejército de Oriente bajo el mando del general Jesús González Ortega que quedó al frente de las fuerzas nacionales tras la muerte de Ignacio Zaragoza.
De marzo a mayo de 1863 “Batallón Primero de Chihuahua” participó en la defensa de la plaza poblana durante el sitio que pusieron las fuerzas francesas comandadas por el general Elías Federico Forey.
Fue el 17 de mayo cuando perdieron la batalla contra 30 mil soldados franceses que con este triunfo lograrían avanzar hasta la capital para instaurar el imperio de Maximiliano de Habsburgo.
En los combates perdieron la vida militares de origen chihuahuense, los cabos Timoteo Martínez, Mariano Chávez y Miguel Múzquiz, así como los soldados Juan y Francisco Salas, Juan Piñón, Apolonio Villanueva, Pablo Yáñez, Eustaquio Núñez, Telésforo Granados y Jesús María García. Cuando el Ejército de Oriente, se rindió sin capitular ni pedir garantías a los invasores, todos los individuos de clase de tropa, alrededor de 523, fueron incorporados a las fuerzas imperialistas aliadas de los franceses, mientras que los jefes y oficiales fueron deportados a Francia como prisioneros de guerra.
En este último grupo se encontraba el teniente coronel Pascual Jaramillo y el teniente Isidoro Caballero que lograron escapar en el trayecto y regresar a México para incorporarse a la resistencia encabezada por Benito Juárez. Así terminó sus días el Batallón Primero de Chihuahua; pero la lucha continuaba.
UN LAUREL PARA TI DE VICTORIA
La caída de la ciudad de Puebla obliga a Benito Juárez a abandonar la Ciudad de México de donde parte para refugiar su Gobierno por distintas ciudades del norte del país.
Acompañado por sus ministros de Relaciones Exteriores y Gobernación Sebastián Lerdo de Tejada, de Hacienda, Fomento, Justicia e Instrucción Pública, José María Iglesias y de Guerra y Marina, general Miguel Negrete, se dirigen al territorio chihuahuense a donde llegan el 29 de septiembre de 1864.
La ruta seguida por el estado de Chihuahua toca las poblaciones de Allende, Hidalgo del Parral, Camargo y Rosales hasta su llegada el 12 de octubre a la ciudad de Chihuahua.
Así por más de dos años, el Estado es la sede del Gobierno republicano que servía de centro de resistencia en la lucha contra la intervención francesa y el Imperio de Maximiliano de Habsburgo.
La lejanía de las tropas francesas y sus aliados, permiten al ministro de guerra, general Negrete, la reorganización de la Guardia Nacional, y la integración de otro batallón con soldados chihuahuenses, el “Batallón Patriotas de Chihuahua” que combatió en el Puerto de Matamoros Tamaulipas a los imperialistas.
Juárez después de nombrar gobernador y general en jefe de todas las fuerzas republicanas que operaban en Chihuahua al general Manuel Ojinaga, presionado por el avance de las tropas francesas, sale hacia la Villa Paso del Norte el 5 de agosto de 1865. El gobierno republicano llegó a la frontera el 14 de agosto.
Aquí, el prócer, cuyo rostro moreno y raíces zapotecas resaltaban, vestía su indumentaria que lo caracterizó: un traje formal, un sombrero y su capa negra que llamó la atención de los nativos. Juárez recibe la noticia de la muerte del general Ojinaga en una emboscada que le tendieron los soldados imperialistas en Ariseáchic y por ello decide restituir a Luis Terrazas en el Gobierno del Estado por el 31 de octubre.
Poco tiempo después, Terrazas es nombrado general y al frente de las tropas republicanas vence al ejército imperialista recuperando la ciudad de Chihuahua que ya no volvió a ser ocupada por los invasores o sus aliados. Para diciembre de ese mismo año, el imperio de Maximiliano se precipita tras la salida del País del ejército francés y Juárez retorna a la ciudad de México, esta vez escoltado por soldados chihuahuenses.
Meses después, el emperador Maximiliano es fusilado por soldados mexicanos en el Cerro de las Campanas, en Querétaro.
Fuentes:
Almada R. Francisco, Diccionario de historia, geografía y biografía chihuahuenses.
Visión Histórica de la Frontera Norte de México; Breve Historia de Ciudad Juárez y su región; www.inehrm.gob.mx