Daniel Domínguez
El Diario
Sergio Rafael Barraza Bocanegra, el asesino de Rubí Marisol Frayre, la hija de la activista Marisela Escobedo, murió en un enfrentamiento con elementos del Ejército Mexicano, en el estado de Zacatecas, informó esta tarde personal de la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La muerte habría ocurrido el pasado 16 de noviembre en la localidad de Joaquín Amaro, ubicada al sur del estado, junto con tres integrantes más de una célula del grupo delictivo Los Zetas a quienes comandaba en esa plaza bajo el apodo de el ¨Comandante Bambino¨.
Un comunicado oficial de la Sedena confirmó el hecho que ocurrió sobre la carretera federal 54 cuando el personal castrense realizaba un recorrido de vigilancia y fue objeto de una agresión armada por parte de integrantes de la delincuencia organizada, por lo que en defensa de su integridad física repelieron la agresión.
El informe castrense confirmo hoy que familiares de la víctima se presentaron ante el Servicio Médico Forense en Zacatecas para identificar al presunto delincuente.
De acuerdo con datos difundidos, los militares encontraron en el cuerpo identificaciones a nombre de Sergio Barraza Bocanegra y turnaron el caso a la Procuraduría estatal de esa entidad.
El procurador de Zacatecas Arturo Nahle García, envió a la Fiscalía de Chihuahua fotos y huellas para confirmar la identidad, la cual resultó positiva y esta tarde un grupo especial fue enviado a ese estado para trasladar el cuerpo de Barraza Bocanegra a la capital chihuahuense.
Rubí Frayre Escobedo fue asesinada en Ciudad Juárez en agosto de 2008 cuando tenía 16 años por Sergio Barraza Bocanegra, quien fue arrestado en junio de 2009, pero exonerado en un juicio de primera instancia el pasado 30 de abril, tras el que quedó libre porqué la Fiscalía no aportó los elementos suficientes que lo inculparan, pese a que él mismo confesó el crimen y pidió perdón a la madre de su víctima.
Posteriormente, un tribunal de casación (segunda instancia) revocó la sentencia y condenó a Barraza, por el homicidio de Rubí Frayre.
A partir de entonces su madre, Marisela Escobedo, comenzó a exigir justicia hasta que ella misma fue asesinada de un balazo a quemarropa mientras se manifestaba contra la impunidad del caso en hechos que ocurrieron el pasado 16 de diciembre del 2010 frente al Palacio de Gobierno en la capital de Chihuahua. De este crimen hay un hombre detenido y acusado formalemente ante un juez de Garantía.
Antes de morir la activista había encabezado diversas marchas y protestas en Ciudad Juárez y en Chihuahua para exigir al entonces gobernador del estado, José Reyes Baeza, que se hiciera justicia en el caso del asesinato de su hija y había denunciado constantemente que Sergio Rafael Barraza Bocanegra se escondía y era un delincuente que operaba en el estado de Zacatecas.