Reforma
2018-12-17
Ciudad de México— Miles de personas protestan en la capital húngara por quinta jornada consecutiva, contra una polémica reforma laboral del Gobierno nacionalista ante la sede de la radiotelevisión pública (MTVA), de la que horas antes fueron expulsados por la fuerza dos diputados opositores.
Ákos Hadházy y Bernadett Szél, legisladores independientes, fueron expulsados la mañana de este lunes del edificio por la seguridad privada de la cadena, después de rechazar su petición de leer en directo cinco demandas de los asistentes a las manifestaciones.
La diputada Szél pidió la renuncia del Ministro del Interior, Sándor Pintér, debido a que aseguró que la Policía no intervino cuando la seguridad privada les agredió.
"Esto ya no es un sistema híbrido, es una dictadura", afirmó Szél ante los manifestantes.
La protesta del lunes es ligeramente inferior en número a la de ayer, cuando reunió a unas 10 mil personas afuera del Parlamento húngaro.
Tras la expulsión de los diputados, un grupo de legisladores opositores entró en el edificio e insistió en su derecho a leer las demandas de los manifestantes, entre las que se incluye la revocación de la polémica reforma laboral aprobada la semana pasada.
La normativa, apodada "ley de esclavitud", aumenta de 250 a 400 el número de horas extra anuales, con lo que ciertos empleados pueden verse obligados trabajar seis días por semana, mientras que se da al empresario la posibilidad de posponer hasta en 36 meses el pago de ese trabajo adicional.
Además de las protestas de los últimos cinco días, lideradas por estudiantes aunque en las últimas jornadas se unieron los partidos opositores, los sindicatos advirtieron de que si el Presidente del país, János Áder, firma la ley para que entre en vigor, comenzarán a organizar una huelga.