The New York Times
2018-12-07
Nueva York— Son los que más contaminan. También poseen las economías más grandes. Ahora, mientras diplomáticos se reúnen en Polonia para negociaciones climáticas donde hay mucho en juego, el enfrentamiento entre Estados Unidos y China amenaza con frenar las medidas globales sobre el cambio climático precisamente en el momento cuando está intensificándose el riesgo de una catástrofe.
Las tensiones entre Washington y Pekín oscilan entre comercio y ciberseguridad hasta la rivalidad militar en el Pacífico. Y si bien algunos de los temas comenzaron hace años, alguna vez la cooperación en la lucha contra el cambio climático era un punto positivo, tanto que en el 2015 motivó la creación en París de un histórico acuerdo climático destinado a contener las emisiones de gases generadores del efecto invernadero.
Cuando el gobierno de Trump anunció sus intenciones de retirarse del pacto, rechazando el consenso científico de que las emisiones generadoras del efecto invernadero están calentando el planeta, tal vez se tuvieron las mayores consecuencias al dar marcha atrás en la diplomacia.
“Los mayores peligros para el planeta son la falta de liderazgo climático de Estados Unidos en el país y la poca disposición de Estados Unidos para cooperar con China”, dijo Joanna Lewis, especialista en China de la Universidad Georgetown. “El resto del mundo espera que Estados Unidos y China sean los líderes, y se ha vuelto claro que, al desparecer la alianza, el impulso mundial por abordar el cambio climático ha bajado de ritmo”.