El Diario de Juárez
2018-11-06
La Mona Lisa nigeriana, una pintura perdida durante más de 40 años y hallada en febrero en un apartamento de Londres, está siendo exhibida en Nigeria por primera vez desde su desaparición. informó El Universal.
"Tutu", una obra del artista moderno más conocido de Nigeria, Ben Enwonwu, fue pintada en 1974. Fue exhibida al año siguiente en una muestra de arte en Lagos, pero luego desapareció hasta que fue hallada en el norte de Londres.
Los propietarios, que querían que permaneciera en el anonimato, habían pedido a Giles Peppiatt, un experto en arte moderno y contemporáneo africano de la casa de subastas londinense Bonhams, que identificara la pintura. El especialista reconoció el retrato de Enwonwu.
"Fue descubierta por mí en una valuación bastante rutinaria para analizar el trabajo de Ben Enwonwu", dijo Giles Peppiatt, director de arte contemporáneo africano en Bonhams. "No sabía qué iba a ver. Me di vuelta y vi esta pintura increíble. No teníamos idea de que 'Tutu' estaba allí", agregó.
¿Cómo llegó allí? Sigue siendo un misterio, dijo Peppiatt.
"Toda la familia que fue propietaria sabe que era propiedad de su padre, que tenía intereses comerciales en Nigeria. Viajó y la buscó a fines o mediados de la década de 1970", contó.
La familia subastó la pintura y fue vendida por 1.2 millones de libras (1.57 millones de dólares) en febrero a un comprador anónimo. La pintura alcanzó el precio más alto pagado por un trabajo de arte moderno nigeriano vendido en una subasta.
"Tutu" fue prestado a la muestra Art X Lagos, celebrada de viernes a domingo, por Access Bank, dijeron los organizadores en un comunicado. Peppiatt dijo que Access arregló el préstamo pero no es el dueño de la pintura.
"'Tutu' es conocida como la 'Mona Lisa' africana por su virtud de desaparecer y reaparecer y es el primer trabajo de un artista moderno nigeriano en venderse por más de un millón de libras", dijo Tokini Peterside, fundador de la muestra de arte.
La Mona Lisa original, la obra maestra de Leonardo da Vinci, fue robada del Louvre en 1911. El ladrón, Vincenzo Peruggia, eventualmente la llevó a Italia, donde fue recuperada y en 1914 regresó al museo parisino.
La pintura nigeriana es un retrato de Adetutu Ademiluyi, la nieta de un gobernante tradicional del grupo étnico yoruba. Tiene un significado especial en Nigeria como símbolo de la reconciliación nacional luego de la Guerra de Biafra de 1967-70.