Reforma
2018-10-23
Ciudad de México— Una nueva caravana migrante, compuesta por unos 2 mil 500 ciudadanos hondureños, continuó su viaje por Guatemala en su camino hacia Estados Unidos.
La nueva caravana de migrantes, en su mayoría hondureños, llegó el lunes a Chiquimula tras un diálogo con agentes de la Policía Nacional Civil, el Ejército y personal de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala, que los trataron de disuadir.
Sin embargo, los migrantes, que habían pasado la frontera de Agua Caliente, Honduras, consiguieron eludir el retén tras dialogar con las autoridades, según indicó la titular de Comunicación Social de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala, Lesvia Salguero.
Los migrantes siguieron la marcha por la ruta con el fin de cruzar el territorio guatemalteco, unos 250 kilómetros a lo ancho, y llegar a la frontera con México, para continuar hacia Estados Unidos.
La caravana, que ingresó al país el fin de semana según reportes del diario local Prensa Libre, reanudó hoy su avance desde la localidad de Chiquimula para llegar a la frontera con México.
El grupo se dirige hacia la cabecera departamental de Zacapa, donde se prevé que pasen la noche de este martes.
Elementos de la Policía Nacional Civil de Guatemala han realizado retenes en varios puntos del trayecto donde inspecciona a los migrantes y vehículos en los que algunos se transportan.
Por su parte, el director de la Casa del Migrante, el padre italiano Mauro Verzeletti, denunció este martes que las autoridades mantienen los retenes sin atención y deshidratados a los migrantes, sobre todo a los niños, quienes junto a sus padres y demás personas de las caravanas llegan al albergue en males condiciones para ser atendidos por los médicos.
Asimismo, afirmó que los agentes están extorsionando a los migrantes, a quienes cobran en cada retén 100 quetzales (cerca de 13 dólares).