Internacional

Acosan osos a pastores en Pirineos

The New York Times

2018-08-14

El enorme oso pardo rara vez es visto en las montañas, pero hay indicios de su presencia acechante: la huella de una pata en el lodo, los restos destrozados de una oveja e imágenes en video captadas por cámaras del Gobierno.
El oso, prácticamente invisible, acecha a los pastores que conducen a sus rebaños a través de los Altos Pirineos, donde ovejas salpican las laderas de color verde oscuro con manchas blancas y le suministran a Francia sabrosos quesos y cordero tierno.
Oculto por la omnipresente niebla o divisado sólo desde la distancia, el oso depredador ha alejado a algunos de estos ovejeros de las elevadas praderas.
"He visto los cadáveres", dijo Christian Marrot, un criador de ovejas que ayudaba a guiar a un rebaño por las calles de Saint-Girons. "Ahora, mantengo a las mías abajo".
Osos, ovejas y humanos son una mezcla volátil en estas montañas. La combinación ha preparado un enfrentamiento entre París, guiada por la Unión Europea, y una de las innumerables microculturas de Francia.
El Gobierno francés intenta restaurar a la población de siglos de antigüedad del oso pardo, que estuvo a punto de quedar extinto en los 90, víctima de la invasión y la caza.
A los pastores no les interesa el oso como "un elemento del patrimonio natural en los Pirineos", como expresa un folleto del Gobierno. Ellos ven que se comen a sus ovejas.
Desde el punto de vista de los pastores, los osos han enfrentado a burócratas con campesinos.
"Realizan sondeos en París sobre nuestra vida aquí en Ariège", dijo Pierre Fort, de 74 años, un productor de ovejas que cuidaba de su rebaño en las calles del poblado, en referencia al departamento francés donde vive la mayoría de los osos.
"No nos preguntaron si queríamos a los osos aquí", dijo Fort. El año pasado, perdió 35 ovejas debido a ataques de osos.
Este otoño, el Gobierno planea introducir dos osos adicionales a la población de 43. Un fallo de un tribunal en marzo no le dio otra opción, tras años de demoras debido a la oposición local. Francia no estaba cumpliendo su compromiso de restablecer a los osos, ni con un mandato de la Unión Europea sobre biodiversidad, dictaminó el tribunal.
Pese a la oposición, las autoridades tienen más de 20 años de transportar en camión a osos anestesiados de Eslovenia, para liberarlos en las montañas. "Estos osos eslovenos son mucho más oportunistas", dijo Robin Cazalé, un agricultor que perdió tres ovejas en junio.
Los números respaldan la creencia de que los osos se están convirtiendo en una mayor amenaza. Los ataques de osos contra ovejas aumentaron un 46 por ciento en el 2017, en comparación con el 2016. Osos han matado o herido a alrededor de 464 ovejas, el mayor número desde que inició el programa de importación de osos en 1996.
El Gobierno francés y los defensores de los osos declaran que los dueños son indemnizados al 100 por ciento por cualquier pérdida. Ningún humano ha sido atacado.
Pero algunos pastores amenazan con ignorar la prohibición contra cazar osos.
Los osos son "una espada de Damocles que pende sobre nuestras cabezas", dijo François Thibaut, un ex pastor que dijo haber perdido entre 40 y 50 animales al año debido a los osos antes de renunciar a ir a las pasturas de la montaña hace varios años.
"Es un sentimiento de impotencia", dijo Thibaut, quien ahora cría ovejas en una cooperativa. "Y eso es sumamente estresante. Te quiebra por completo".

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