Internacional

Reaparecen piratas en el Atlántico

El Diario de Juárez

2018-08-13

Cedros, Trinidad y Tobago— Siglos después de que guardaran silencio los cañones de Barbanegra y la bandera de la calavera desapareciera de los puertos de ron del Caribe, la región confronta una nueva era menos romantizada de piratas, publicó el Washington Post.
Desde Venezuela hasta Nicaragua y Haití se encuentran estallando crisis políticas y económicas, desatando anarquía y delincuencia. Al fallar el estado de derecho, según expertos, ciertos puntos del Caribe están volviéndose más peligrosos.
A menudo, señalan los observadores, las fechorías parecen estar ocurriendo en complicidad o con participación directa de funcionarios corruptos —sobre todo en las aguas de Venezuela.
“En la costa venezolana hay un caos delictivo, una zona donde todo se vale”, dijo Jeremy McDermott, uno de los fundadores de InSight Crime, la organización sin fines de lucro que estudia al crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe.
Existe una falta generalizada de datos integrales sobre la piratería en Latinoamérica y el Caribe. Pero en un estudio que realizó a lo largo de dos años la organización sin fines de lucro Océanos más allá de la Piratería en la región se registraron 71 incidentes mayores en el 2017 —incluyendo robos de naves mercantes y de ataques a yates—, 163 por ciento más respecto al año anterior. La vasta mayoría tuvieron lugar en aguas del Caribe.
Los incidentes oscilan entre glorificados atracos en altamar hasta ataques salvajes dignos de los piratas del Siglo XVII.
En los últimos 18 meses ha habido reportes de piratería cerca de Honduras, Nicaragua, Haití y Santa Lucía. Pero el fenómeno, dicen analistas, ha sido más notable junto a las costas de Venezuela.
La crisis económica en el país sudamericano ha dado pie a que la inflación se dispare hasta el millón por ciento, volviendo escasos los alimentos y las medicinas. La desnutrición está propagándose; las enfermedades abundan; las redes de agua y electricidad están fallando a raíz de la falta de personal capacitado y de partes de repuesto. La policía y las fuerzas militares están abandonando sus bases conforme sus sueldos pierden casi todo su valor. Con el gobierno socialista del presidente Nicolás Maduro, la represión y la corrupción se han elevado.
Las condiciones están obligando a algunos venezolanos a tomar medidas desesperadas.
Un funcionario portuario, quien pidió no ser identificado, dijo que los agentes de la guarda costera venezolana han estado subiendo a las embarcaciones ancladas para exigir dinero y comida. Agregó que, como respuesta, los barcos comerciales cada vez anclan más lejos de las costas, además de apagar sus motores y luces con el propósito de evitar ser vistos de noche.
Para las personas cuyo medio de vida es surcar las cálidas aguas del Caribe, la piratería constituye una nueva forma de miedo. Hoy en día, los habitantes locales están pescando más cerca de tierra y en ocasiones de noche, a fin de prevenir el riesgo de ataques.

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