Internacional

Buscó Corea del Norte a yerno de Trump

Agencia

2018-06-17

Colombia— Un inversionista estadounidense se acercó a la administración Trump el verano pasado con una propuesta inusual: el Gobierno de Corea del Norte quería hablar con Jared Kushner, el yerno y consejero principal del presidente de Estados Unidos.

El inversionista Gabriel Schulze explicó que un alto funcionario norcoreano buscaba un canal alterno para explorar una reunión entre el Presidente Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un, los cuales durante meses habían intercambiado amenazas de confrontación militar.
Schulze, quien vive en Singapur, había construido una red de contactos en Corea del Norte con viajes que había realizado para desarrollar oportunidades comerciales en un Estado aislado.

Para algunas personas en Corea del Norte, que ha sido gobernada desde su fundación por una dinastía familiar, Kushner parecía ser un contacto prometedor.

Como miembro de la familia del presidente, los funcionarios en Pyongyang consideraron que el yerno de Trump tendría la atención de su suegro y sería inmune a los cambios de personal que habían convulsionado los primeros meses de su Gobierno.

El alcance silencioso de Schulze fue solo un paso en un difícil camino que condujo al apretón de manos de la semana pasada entre Trump y Kim en un hotel de estilo colonial en Singapur, un camino que incluía reuniones secretas entre espías, discusiones entre empresarios emprendedores, y un papel previamente no reportado para Kushner, de acuerdo con entrevistas con funcionarios estadounidenses y otros familiarizados con las negociaciones.

Al acercarse a Kushner, los norcoreanos seguían el ejemplo de China, la cual identificó desde el principio al marido de 37 años de Ivanka Trump como un principito bien conectado, alguien que podría ser un conducto hacia el Mandatario estadounidense el cual les permitiría eludir la burocracia del Departamento de Estado.

Y al llegar a la Casa Blanca, Schulze aprovechó una oportunidad inusual en una Administración donde los asuntos de política y negocios a menudo parecen borrosos.

La apertura de Schulze, quien conoció a miembros de la familia Trump hace varios años cuando exploraban negocios en Asia, se produjo durante un periodo de fuerte división dentro del Gobierno sobre cómo lidiar con el creciente arsenal nuclear de Corea del Norte, con algunos funcionarios incluso abogando por un ataque militar preventivo.

Otras figuras además del inversionista jugaron un papel importante en lograr la reunión cumbre de Trump con Kim, y no menos importante con el Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, quien medió incansablemente entre los dos líderes.

Pero personas familiarizadas con las negociaciones dijeron que los primeros contactos de Schulze fueron útiles para poner en movimiento la diplomacia que condujo a Singapur.

El verano pasado, no estaba claro si este canal secreto arrojaría algo de valor. Incluso ahora, los resultados de la reunión cumbre se debaten acaloradamente.

Mientras que el Presidente estadounidense ha dicho que ya no hay una amenaza nuclear de Corea del Norte, no obtuvo concesiones duras del líder norcoreano, y más tarde lo abrazó como un gobernante fuerte mientras minimizaba el deplorable historial de derechos humanos de Pyongyang.

Kushner no desempeñó un papel directo en las negociaciones secundarias con funcionarios norcoreanos, según personas familiarizadas con el asunto.

En cambio, notificó a Mike Pompeo, director de la CIA en ese momento, sobre el alcance de Schulze y solicitó que la agencia estuviera a cargo de las discusiones.
No está claro aún por qué el yerno del Presidente pensó que la CIA, en lugar del Departamento de Estado, debería tomar la iniciativa, aunque tenía una relación antagónica con Rex Tillerson, quien entonces era el secretario de Estado en ese momento, y una buena relación con Pompeo.

Tampoco está claro si la falta de una autorización de seguridad permanente de Kushner en ese momento fue un factor en su decisión de no tener un papel directo.

La Casa Blanca y la CIA se negaron a comentar sobre el contacto de Kushner con Schulze.

Para Schulze, descendiente de una familia que hizo miles de millones en la minería, un deshielo en la relación de Estados Unidos con Corea del Norte sería potencialmente lucrativo.

Su empresa, SGI Frontier Capital, adopta una estrategia de alto riesgo de invertir en los llamados mercados fronterizos: Etiopía, Mongolia y otros lugares.

Hizo varios pequeños negocios en Corea del Norte antes de que el Gobierno de Obama impusiera nuevas sanciones económicas en 2016.

"Realmente creo que la oportunidad se encuentra al borde de nuestra zona de confort", aseguró el inversionista a The Financial Times en 2013.

"No discuto la naturaleza de mi negocio o mis relaciones personales", señaló además en una declaración.

Las reuniones entre Kushner y Schulze incluyeron de manera temporal al yerno del Presidente en un asunto en el que, de lo contrario, no tuvo mucha participación.

Pero no fue la primera vez que Kushner se involucró en un canal secundario sobre un asunto delicado de Seguridad Nacional.

A principios de 2017, abrió un canal privado al embajador de China en Washington, Cui Tiankai, para tratar de resolver las relaciones del Mandatario estadounidense con el Gobierno chino, mismo que había tenido un comienzo accidentado después de que Trump habló con el Presidente de Taiwán.

Kushner y Cui organizaron una reunión de dos días en abril, en la que Trump fue el anfitrión del líder chino, Xi Jinping, en Mar-a-Lago, su propiedad en Palm Beach, Florida.

Schulze no es la única persona que se ha ofrecido a actuar como intermediario para las conversaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte.

Más de una docena de personas se acercaron al Departamento de Estado durante el último año con reclamos de tener conexiones con personas de alto rango en el Gobierno de Corea del Norte, de acuerdo con funcionarios actuales y anteriores. La mayoría no condujo a nada, y algunos diplomáticos dudan de que alguno fuera realmente consecuente.

"En las últimas tres administraciones, la dirección norcoreana ha utilizado intermediarios para tratar de lograr una cumbre con el Presidente estadounidense y evitar los canales diplomáticos normales", aseguró Michael Green, quien trabajó en Corea del Norte durante la administración de George W. Bush.

"En otras ocasiones, los intermediarios que tenían conexiones con el Gobierno de Corea del Norte hacían ofertas para ayudar", añadió.

Tal diplomacia independiente tampoco es exclusiva de Corea del Norte. Cuando el Presidente Barack Obama manifestó su interés en hablar con Irán en 2009, varias personas, entre ellas un ex Primer Ministro español y un empresario omaní, se acercaron al Departamento de Estado para ofrecer su intervención como intermediarios. La administración luego estableció un canal secreto para reunirse con funcionarios iraníes en el sultanato árabe de Omán.

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