The New York Times
2018-04-26
Seúl, Corea del Sur– Este viernes (tiempo local), Kim Jong-un se convirtió en el primer líder norcoreano en poner un pie en el territorio controlado por Corea del Sur, para iniciar una histórica cumbre con el presidente del Sur que pondrá a prueba la voluntad de Kim para dejar a un lado sus armas nucleares.
La decisión de Kim de cruzar la zona fronteriza más armada del mundo, algo que parecía impensable hace unos cuantos meses, fue televisado en vivo en Corea del Sur, en donde todos los ojos y oídos se enfocaron en las intenciones del líder del Norte, quien tiene 34 años.
Para Moon Jae-in, el presidente de Corea del Sur, quien se colocó en el centro de la diplomacia para terminar con el estancamiento nuclear con el Norte, la reunión presenta una formidable tarea: encontrar un terreno medio entre el astuto enemigo del Norte y un impulsivo aliado que es Estados Unidos.
El histórico encuentro que se lleva a cabo en la Casa de la Paz, un edificio de conferencias en Corea del Sur, en la población fronteriza de Panmunjom, podría establecer el tono para una reunión aún más crucial que está planeada entre Kim y el presidente Trump.
Este viernes por la mañana, Kim salió de Panmungak, un edificio administrativo norcoreano situado en Panmunjom. Bajó unos escalones hacia la línea fronteriza, en donde Moon lo estaba esperando.
Los dos líderes coreanos sonrieron y se saludaron de mano a través de una parte baja de concreto de 20 pulgadas de ancho que marca la frontera que divide a Panmumjom.
Luego, Kim cruzó la frontera.
Mientras Moon se reunía este viernes con Kim –su plática cara a cara– está llena de simbolismos, ya que no se espera que Kim capitule ante la demanda clave de Trump: el desarme nuclear total e inmediato.
El otro desafío que tiene Moon es con Trump, y será cómo lidiar con Norcorea y su líder –quien espera reunirse con Trump en los próximos meses.