Associated Press
2018-04-06
Madrid– España concretó el desmantelamiento de una red que obtenía jugosas ganancias mediante la exportación ilegal de angulas a Asia, al término de una investigación conjunta con Portugal.
Cuatro chinos, tres españoles y tres marroquíes fueron arrestados en España en la operación más reciente que comenzó en marzo y que fue coordinada por el organismo policial de la Unión Europea, se informó hoy.
La Guardia Civil española dijo que 460 kilogramos (mil 14 libras) de angulas fueron confiscados en el sur del país. Precisó que cuando los alevines alcancen su grado adulto tendrán un valor de mercado de más de 400 millones de euros (490 millones de dólares). Los investigadores consideran que un kilogramo de angulas puede redituar 1.3 toneladas de anguilas.
Las autoridades en todo el continente intentan combatir a los contrabandistas que envían angulas europeas a los países asiáticos, donde son criadas hasta su etapa adulta y su carne vendida a precios muy elevados.
Más de 100 toneladas de angulas no pasan por los controles relacionados con la fauna cada año en Europa, según Andrew Kerr, presidente del Grupo Angula Sustentable, una plataforma regional de científicos y accionistas del sector.
“Ese es casi un cuarto del total de las reservas naturales de angulas europeas”, dijo Kerr el viernes. “Se trata de la acción criminal más grande contra la fauna en Europa, y está oculta para todos”.
El viernes se dio a conocer cómo la red exportaba por Portugal y Marruecos los alevines comprados en España y cómo eran escondidos en maletines o en contenedores de carga y enviados a Hong Kong, la parte continental de China, Corea del Sur y otros países asiáticos.
La policía también decomisó 364 maletines posiblemente utilizados para contrabandear las angulas, con una ganancia posible de 37.5 millones de euros, dijo el viernes en conferencia de prensa el coronel de la Guardia Civil, Jesús Gálvez.
En vista de que las angulas no pueden reproducirse en cautiverio, sus alevines transparentes por lo general son pescados y criados hasta la madurez por compañías de acuacultura en Asia, donde la contaminación, el cambio del clima y la captura furtiva han reducido las reservas de la angula japónica.